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Morante, De Justo y Diosleguarde en volandas en una tarde de buen toreo y emociones en Guijuelo
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lleno absoluto

Morante, De Justo y Diosleguarde en volandas en una tarde de buen toreo y emociones en Guijuelo

Actualizado 24/04/2023 12:42
Redacción

El torero salmantino reapareció tras ocho meses de dureza y lo hizo a lo grande cortando tres orejas

Lleno de no hay billetes en Guijuelo. El pueblo chacinero acogía este 23 de abril un festejo extraordinario con Morante de la Puebla, Emilio de Justo y el salmantino Manuel Diosleguarde, que reaparecía a los ruedos.

Hubo retraso en el inicio del espectáculo hasta que el público se aposentó en sus localidades. El público brindó una cariñosa ovación a Manuel Diosleguarde, pues reaparecía tras 238 días sin torear por el grave percance sufrido el pasado agosto en Cuéllar.

Morante de la Puebla puso toda la intención en la lidia al primero de la tarde, un toro justo de fuerza con un trasteo que se antojó intermitente, pues el viento molestó. El sevillano logró firmar tandas de gran calado al natural marca de la casa a base de querer. Esto, unido a la buena estocada, le hizo merecedor de una oreja.

El segundo fue un toro noble y de gran calidad con el que Emilio de Justo se dobló en los inicios de muleta. El trasteo se fundamentó en tandas por el pitón derecho que arrancaron los olés de la plaza. Tiró de él y logró llevarlo prendido a las telas en tandas vibrantes que abrochó con un final de muletazos de frente. Oreja tras aviso.

Manuel Diosleguarde volvió con toda la artillería lista para dar mucho que hablar. Después de 238 días sin vestirse de luces, el diestro salmantino se enfrentó ante un toro de Capea noble y de buen son al que cuajó una gran faena. Lo templó, midió bien los tiempos del animal y supo meter el acelerador en un final en cercanías que puso al público en pie. Mató de estocada entera y cortó dos orejas.

Morante de la Puebla se inventó la faena de un cuarto que, aunque noble, estuvo cogido con pinzas. El sevillano logró firmar una labor con mucho cuajo, despaciosa y de sumo gusto que encandiló al respetable. Cortó dos orejas.

El extremeño Emilio de Justo logró cortar otra oreja del que hizo quinto, un toro de Capea también de buen comportamiento y con dulzura en su embestida al que de Justo exprimió a placer.

El sexto fue quizá el de menos calidad del encierro. Algo rajado y con la cara alta, no ayudó mucho a Diosleguarde, aunque el salmantino puso toda la carne en el asador para rematar la tarde con otro trofeo.

FICHA:

Plaza de toros de Guijuelo. Corrida extraordinaria 23 de abril. Lleno de no hay billetes. Toros de la ganadería salmantina de Capea

Morante de la Puebla: Oreja y dos orejas

Emilio de Justo: Oreja y oreja

Manuel Diosleguarde: Dos orejas y oreja

FOTOS: MIGUEL HERNÁNDEZ