La Comunidad Musulmana de Ciudad Rodrigo se reúne para celebrar el final del Ramadán
La Mezquita de la Paz acogió a primera hora de la mañana la fiesta de ruptura del ayuno
La Comunidad Islámica de Ciudad Rodrigo y comarca se congregó a primera hora de la mañana del viernes en la Mezquita de la Paz para celebrar la fiesta de ruptura del ayuno, denominada Eid al-Fitr, con la cual se pone fin al mes del Ramadán y se da la bienvenida al 10º mes del calendario musulmán, llamado shawwal. Esta gran conmemoración llega tras haber fijado la Comisión Islámica de España (CIE) este viernes como primer día del Eid al-Fitr del año 1444 del calendario islámico, al visualizarse ya la nueva luna (había dudas de si sería hoy o mañana).
Como punto de arranque de esta fiesta de ruptura del ayuno, “pedimos que Allah acepte nuestro ayuno, nuestras oraciones y nuestras súplicas del mes sagrado del Ramadán”, en palabras de Abdelaaziz, vicepresidente de la Mezquita de Ciudad Rodrigo. Tras ello, los congregados en la Mezquita se fueron felicitando entre ellos con la expresión Eid Mubarak, que se traduce como ‘Feliz Fiesta’, y con un doble abrazo formal. Después de esa felicitación, llevaron a cabo el rezo conjunto, unos minutos después de la salida del sol (a las 8.00 horas), concluyendo la conmemoración con un gran desayuno que marca el fin del período de ayuno.
Salah, presidente de la Mezquita mirobrigense, incide en que “hoy es un gran día rodeado de tradiciones”, incluyendo visitas entre familiares y amigos, la degustación de platos especiales cocinados con motivo de esta jornada, o la recepción por parte de los niños, como símbolo de amor, de regalos y dulces entregados por sus seres queridos. Asimismo, la jornada viene marcada por algunas costumbres, explicando el tesorero de la Mezquita, Said, que “hay que estrenar ropa e ir lo más aseados posible”, llevando los hombres ropa blanca, “que simboliza la pureza”.
Obviamente, otra de las tradiciones de este día es madrugar para hacer la oración conjunta, denominada Salat al Eid, que los hombres efectúan fuera de sus viviendas, en lugares sagrados como la Mezquita o incluso al aire libre, según indica Abdelaaziz, quién añade una última curiosidad de la jornada: “al acabar el rezo, debemos hacer el camino de vuelta a casa por un sitio diferente al que recorremos habitualmente”.