Finalmente, sí se pudo aparcar en la Avenida de Sefarad, aunque en línea en vez de en batería
El corte al tráfico del tramo de la Avenida de España comprendido entre la Glorieta del Árbol Gordo y la confluencia con Campo de Toledo y la Plaza de Herradores, producto de las obras de reforma del mismo, enrevesó aún más la ya de por sí complicada -en lo que al tráfico se refiere- mañana del Sábado Santo en Ciudad Rodrigo, que está considerada la franja de todo el año de mayor ajetreo en la ciudad en este apartado.
Como publicamos durante la madrugada, la Policía Local adoptó una serie de medidas extraordinarias en torno al aparcamiento y la circulación de vehículos, para así intentar aliviar un poco la congestión viaria. La vía más afectada por estas medidas fue la Avenida de Sefarad, donde de forma excepcional estuvo permitida la circulación en las dos direcciones (separadas por conos), de tal modo que los vehículos procedentes de la Glorieta del Árbol Gordo podían girar hacia la calle San Albín como es obligatorio estas semanas o continuar hacia la Avenida de Yurramendi.
Aunque en un principio se anunció que estaría prohibido el aparcamiento por completo en la Avenida de Sefarad, finalmente se permitió en la acera anexa al parking del Mercado de Abastos, aunque no en batería como es habitual, sino en línea. Asimismo, se habilitó como zona de aparcamiento (sobrando espacios al mediodía, quizás por el desconocimiento) el primer tramo de la calle Santa Clara (entre la Glorieta del Árbol Gordo y la confluencia con las calles San Fernando y Laguna), ya que ese tramo se había dejado de una única dirección (de salida de la Glorieta del Árbol Gordo).
En materia de estacionamiento, también fue novedoso que se permitió aparcar en el Campo de Pulgarcito, habitualmente ‘bloqueado’ con varias bolas de gran tamaño (hay que recordar que a esas horas estaban ‘inoperativos’ para el aparcamiento el Registro y el tramo fuera de murallas de la Rúa del Sol debido al mercadillo). Como se puede ver en las imágenes, el Campo de Pulgarcito tenía a media mañana una alta ocupación. Además de las medidas decretadas, la Policía Local tuvo desplegados unos cuantos agentes por la zona de las avenidas de Sefarad y Yurramendi, para que el tráfico fuese lo más fluido posible.