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La Soledad corona el Viernes Santo siendo más visible para los fieles participantes
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CIUDAD RODRIGO | VIERNES SANTO

La Soledad corona el Viernes Santo siendo más visible para los fieles participantes

Actualizado 08/04/2023 03:25
David Rodriguez

El novedoso tránsito junto al Parador quedó deslucido al estar apagada la iluminación artística, al igual que la de la Catedral al regresar a la Seo

La larga jornada del Viernes Santo en Ciudad Rodrigo tuvo como última cita la emblemática procesión de La Soledad, que concluyó ya iniciada la madrugada del Sábado. Esta procesión se puso en marcha como es habitual a la conclusión de un acto en la Catedral de Santa María con dos partes: el rezo del Santo Rosario y una reflexión a cargo del capellán de la Cofradía de Nuestra Señora de La Soledad, Ángel Martín Carballo, al ser el presidente del Cabildo Catedralicio.

Hay que apuntar que unas cuantas mujeres con mantilla (así como los miembros del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento) ‘llegaron tarde’ a este acto debido a la larga duración de la procesión del Santo Entierro, en la cual esta Cofradía participó con el paso del Santo Sepulcro, acompañando también sus cofrades en el trayecto a La Dolorosa. Así, a las puertas de la Seo se podían ver más mujeres con mantilla de lo habitual (otros años están dentro) esperando el inicio de la procesión, al igual que otros muchísimos fieles y simples espectadores (con el número de hombres en aumento).

Una vez se abrieron las puertas de la Catedral (con bastante esfuerzo, ya que las puertas de la Puerta de las Cadenas están en condiciones delicadas), salieron todas las personas que estaban dentro para dar inicio al desfile por la Plazuela de San Salvador, Díez Taravilla y Colada en dirección a la Plaza Mayor. Como se expuso el día de la Asamblea General de la Cofradía, este año han tenido ‘preferencia’ las mujeres con mantilla, conformando unas filas propias junto a la Virgen, independientes de las del resto de fieles.

Además, como también se comentó en aquella Asamblea, este año la Virgen y sus acompañantes directos, al igual que la Banda Municipal de Música, fueron yendo y viniendo dentro de la comitiva (o al menos eso pareció desde fuera), para que así pudiera ser contemplada por todos los fieles participantes (muchos de ellos con velas). Como otra novedad, para trazar bien las filas, y que no se fueran deteniendo los fieles por esperar a la Virgen, cada fila lateral fue abierta por un ‘guía’ de la Cofradía.

El sacerdote Fernando Dias-Bailón narró desde la balconada de la Casa Consistorial el paso de La Soledad por el ágora mirobrigense (donde había poco público), de la que salió por la Rúa del Sol, para proseguir por Gigantes, Campo del Pozo y Cristóbal de Castillejo. El año pasado, la Virgen tomó en ese momento la calle San Juan para volver a la Plaza, pero este año continuó por Colegios, Velayos y Sánchez Arjona para llegar a la Plazuela del Castillo, según deseaban los encargados de tirar de la carroza.

Sin embargo, este paso por la Plazuela del Castillo quedó deslucido, ya que, al igual que ocurrió en la noche del Jueves, el Parador tenía apagada la iluminación artística. Tras ello, se recorrió la calle Juan Arias (menos frecuentada por los desfiles procesionales actualmente) para salir al otro tramo de Sánchez Arjona y alcanzar ahora ya sí la Plaza Mayor, que cruzaron hacia Julián Sánchez para acabar regresando a la Catedral de Santa María.

Justo cuando la Virgen estaba a pocos metros de la misma, en torno a las 0.35 horas, la iluminación artística tanto de la Catedral como de la vecina Iglesia de Cerralbo se apagaron, al igual que había ocurrido en la noche del Jueves Santo antes de concluir la procesión del Silencio. Así, la despedida a la Virgen se hizo con la luz de la propia carroza y de la luna casi llena en el cielo (que de nuevo brindó una noche perfecta en el apartado meteorológico).

Esa despedida consistió en el canto de una Salve por parte de todos los fieles, unas últimas palabras de agradecimiento de Ángel Martín Carballo (quién había desfilado junto a Vidal Rodríguez Encinas, y representantes de las otras seis cofradías de la Semana Santa Mirobrigense), y en la interpretación de una pieza completa por parte de la Banda Municipal de Música, que también interpretó el Himno de España en el momento de la introducción de la carroza en la Seo.