Martes, 19 de marzo de 2024
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Carnaval y desarrollo
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LA OPINIÓN DE JOSÉ ANTONIO NAVARRO

Carnaval y desarrollo

Actualizado 21/03/2023 15:48
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¿Los chic@s que llegan viernes y sábado tienen algún interés por nuestra fiesta?

Pasada la resaca del Carnaval 2023 creo que es hora de preguntarse… ¿Se ha convertido en un macro botellón nuestra fiesta mayor?

¿Los chic@s que llegan viernes y sábado tienen algún interés por nuestra fiesta?

¿Alguno se sumerge en la fiesta del toro? ¿Llegan a saber dónde están? ¿O simplemente vienen, se emborrachan, ensucian todo con sus residuos humanos y no humanos, y se van? Si se hiciera una encuesta seguro que el 90% ni se ha asomado a ver nuestra bella ciudad.

¿Qué ganamos con esto? Cuando una pequeña ciudad como la nuestra hace tal esfuerzo económico en organizar el Carnaval debería ser para beneficiarse de la llegada de tanto visitante, que los negocios se llenen, los bares, hoteles, tiendas, chacinerías, y cualquier otro servicio que podamos dar al forastero. Quizá debamos replantearnos el sentido de nuestra fiesta si esto no deja una recompensa para el comercio local. No todo es llenar la ciudad de visitantes, hay que rentabilizar -y controlar- toda esa cantidad de gente.

¿Qué gana Ciudad Rodrigo cuando los negocios de hostelería cierran en un gran porcentaje para no aguantar a cientos de personas que sólo entran en sus casas para usar el baño, ya que la bebida y comida la traen de fuera?

Necesitamos reflexionar hacia dónde queremos ir, priorizando que los negocios locales tengan los beneficios que merecen y, sobre todo, plantear cómo recibir una afluencia de gente tan grande de manera más ordenada y respetuosa para la ciudad.

Como mirobrigense, he vivido el Carnaval todos los años de mi vida y nunca había visto semejante bacanal de excrementos humanos, pises y cacas colectivas. Nuestra preciosa ciudad, Patrimonio de la Humanidad, cubierta de plásticos y basura.

Si así tiene que ser, que al menos deje algo de riqueza, empleo, emprendimiento. Dejemos de ser unos quijotes que hacemos fiestas sin pensar ni en sus beneficios ni en sus consecuencias.