Los mirobrigenses pudieron endosarle incluso una manita al equipo capitalino (que llegaba 3º en la tabla), al que dejan ganado el goal-average
El Senior del Ciudad Rodrigo ha puesto la directa: tras una ‘travesía por el desierto’ de dos meses sin conocer la victoria, el conjunto mirobrigense sumó en la tarde dominical frente a Unionistas de Salamanca B la tercera consecutiva, y lo que es más importante de cara a lo que está por venir, ofreciendo una imagen muy sólida, que permite volver a soñar ‘con todo’ (el líder Laguna ya es casi inalcanzable) cuando hasta hace sólo tres semanas parecía ya una quimera.
Aunque se había decretado Día de Ayuda al Club (con un precio de 5€ para socios y 7€ para no socios), el Francisco Mateos registró una gran entrada de público, que con una excelente temperatura (en la 1ª parte, incluso hizo calor), disfrutaron de un partido muy intenso y con mucho contacto (lo que acabó derivando en un carrusel de tarjetas amarillas, pero no en broncas por aquello de que hay muchos conocidos).
En la primera parte, se vivió un intercambio de golpes, ambos a cargo de jugadores que curiosamente se fueron en verano del Ciudad Rodrigo al Villaralbo zamorano. En la segunda, el Ciudad Rodrigo fue notablemente superior, dando golpes certeros de cara a puerta que incluso pudieron ser más, ya que una vez pusieron el 3-1, tuvieron dos ocasiones muy claras para engordar la cuenta, ante un Unionistas que quiso intentarlo, pero no llegaron a realizar ni un remate claro siquiera para haber recortado diferencias.
Aunque hubo un largo descuento, la ventaja hizo que los mirobrigenses pudieran controlar el descuento hasta el pitido final, el cual simbolizó también dejarle ganado el goal-average (ya que en la 1ª vuelta se ganó 0-1) a Unionistas B, que con sus 41 puntos cae de la 3ª plaza –la última que da derecho al playoff de ascenso-, donde le sustituye con 44 el Zamora B, que será a las 12.00 horas del domingo 19 el siguiente rival del Ciudad Rodrigo, que es 7º con 40 puntos, y que por ende debe seguir ganando para seguir optando al objetivo.
ASÍ FUE EL PARTIDO
En una tarde de múltiples regresos al Francisco Mateos (Pablo López, Pablo Pérez, Manu González y Wiki), y con las sensibles bajas de Rober y Alberto García en las filas mirobrigenses, el primer protagonista de la tarde fue alguien ‘inesperado’: Fran Gemio, ya que en principio no iba a jugar de titular, pero Murci se cayó a última hora por lesión, entró a relevarle, y en el 9’ se quedó frente al portero por la derecha y le batió de tiro cruzado.
Unionistas se asomó con un par de córners y un tiro en jugada que se fue al lado del palo izquierdo antes de disponer Mario de una ocasión clarísima en el 17’: en una posición inmejorable en el área, le dio muy flojo al balón, cogiéndolo el portero sin problemas. En los instantes siguientes, un remate de primeras de Dani Crespo se marchó fuera, y un defensa de Unionistas despejó a córner una internada muy peligrosa de Fran Gemio por línea de fondo, justo antes del 1-1: en una larga jugada arriba de los visitantes, Pablo López cedió el balón a Manu González, que encontró el hueco para marcar, celebrándolo sin tener para nada en cuenta su pasado en Miróbriga.
Ese 1-1 bajó un poco las revoluciones del partido, así como la claridad de ocasiones, llegando un par de veces los locales en los últimos minutos del primer tiempo (un balón colgado de Maza que cogió directo el portero y un disparo de Mario a pase de Fran Gemio que no cogió puerta). En esos mismos minutos, el árbitro sacó la primera amarilla, a Pablo Pérez, cogiendo ritmo justo en el arranque de la segunda parte con una más por bando.
Como primer momento de peligro del 2º tiempo, Maza botó una falta en el 51’ hacia el área, donde le dio en primera instancia Javi Moríñigo, yendo el balón a José Manuel, que intentó rematar de cabeza junto a un defensa, que lo envió a córner, en cuyo saque hubo varios movimientos antes de que Maza colgase otra vez el balón al área, donde José Manuel remató fuera de cabeza. En el 56’, Javi Moríñigo despejó a córner con suspense un pase de la muerte (parecía que el despeje se iba a la portería), y en el 59’, una jugada larga y enredada a favor de los visitantes la solventó en primera instancia Alberto de Vargas y posteriormente Adrián Gallego.
Sergi botó una falta desde ¾ de campo en el 61’ que se fue un poco alta, antes de que llegase el 2-1 en el 63’: Fran Gemio abrió el balón a la derecha para Mario, quién llegó a línea de fondo, realizando un pase atrás que aprovechó Maza con un gran disparo al fondo de la red. Poco después, el Ciudad Rodrigo armó otra gran acción (que concluyó sin tiro), símbolo de que el partido ya iba a su favor, lo que se ratificó en el 69’ con el 3-1, obra de Berro, que saltó al campo por Fran Gemio cuando parecía que Maza iba a botar una falta cerca del área (un poco escorada por la derecha), pero fue el propio Berro quién golpeó, mandándola directa para dentro.
Esa dinámica favorable a los locales continuó con la generación de otras dos grandes ocasiones: en el 72’, Jaime López se quedó sólo frente al portero visitante, pero este logró tapar su remate; y en el 81’, un rebote favoreció a Mario, que se quedó también sólo frente al guardameta (en una mejor posición, más centrada), pero le dio mal al balón, y éste se fue directamente fuera. Entre medias, con algo menos de peligro, el recién salido Dylan se recorrió parte de la banda derecha y un poco de la línea de fondo hasta colgar un balón hacia el segundo palo, donde no se le pudo sacar provecho por poco.
Esas fueron las mejores ocasiones del tramo final, que registró más amarillas, cambios, y escasos disparos de Unionistas: botaron un par de faltas lejanas (la segunda rematada de cabeza), pero el balón no llegó a ir entre los tres palos; otro tiro fue desviado a córner; y un centro-chut envenenado lo cogió por alto Alberto de Vargas sobre la línea. Los visitantes dispusieron de una última opción en un ataque largo ya en el descuento, pero la defensa mirobrigense volvió a estar muy sólida, despejando el balón Adrián Gallego antes de llegar instantes después el pitido final, que dio pie a numerosos saludos entre los conocidos de ambos bandos.