Nuevo exitazo de la Operación Bocata con 1.000 bocadillos repartidos

Con un sol radiante, que favoreció que se acercasen muchas más personas hasta la Plazuela del Buen Alcalde (aunque de salida sólo se repartieron bocadillos a los que habían comprado tickets en los días previos), Ciudad Rodrigo tuvo a última hora de la mañana del viernes su cita solidaria más relevante de cada año, la Operación Bocata promovida por la Delegación Diocesana de Manos Unidas con el objetivo de recaudar fondos para los proyectos que apoya la entidad en los denominados ‘países del Sur’.

Para hacer la Operación Bocata posible, en los últimos días se habían ido recibiendo donaciones por parte de particulares y empresas de productos alimenticios, poniéndose manos a la obra a primera hora de la mañana del viernes un amplio grupo de voluntarios de Manos Unidas en los locales de la antigua Guardería Mi Otra Casa para elaborar 1.000 bocadillos, tantos como tickets se habían vendido (este año se habían despachado 30 por Internet, habilitado como nuevo canal de venta).

Esos bocadillos eran de chorizo, salchichón, jamón de york, queso, sardinas, atún, mortadela, chopped y lomo, que fue especialmente demandado, ya que no sólo había embuchado, sino también adobado, que se había estado friendo durante la misma mañana del viernes en esos locales. Este año, los bocadillos se empezaron a repartir (tras una oración dirigida por el consiliario de Manos Unidas, Ángel Martín Carballo) a las 14.00 horas, momento en que había una notable cola en la Plazuela del Buen Alcalde, pese a que todavía no se habían acercado los alumnos de colegios y centros de secundaria (salvo un gran grupo procedente de un Instituto).

En esa cola estaban varios miembros de la Corporación Municipal, Beatriz Jorge Carpio, Ramón Sastre, José Manuel Jerez, Laura Vicente, Víctor Gómez y Paola Martín Muñoz, que también recogieron su bocadillo -acompañado de una botella de agua- al igual que personas de todas las edades, como el Vicario General de la Diócesis, José María Rodríguez-Veleiro.

Aunque alguna persona cogió el bocadillo y se fue para casa, la gran mayoría se quedó a comerlo en la propia Plazuela (en los bancos, en el entorno de la fuente y de las farolas, o directamente en el suelo) aprovechando la excelente temperatura que hacía, generándose así un gran ambiente. Como decíamos al principio, lo recaudado se sumará a lo que consiga Manos Unidas con las actividades que vaya organizando a lo largo de este 2023 para apoyar dos proyectos solidarios.

Por un lado, la reducción de la ceguera y las enfermedades oculares prevenibles o tratables en Meki, localidad de Etiopía, país con una de las mayores prevalencias de ceguera en el mundo (1,2 millones de personas), producto de la pobreza, malnutrición, falta de educación sanitaria y servicios sanitarios deficientes. El objetivo es abrir en Meki una clínica oftalmológica que trate de forma gratuita las patologías oftálmicas de niños y adultos, con cirugía para pacientes del sistema público.

Y por otro lado, se quiere contribuir al fortalecimiento de la soberanía alimentaria de las familias indígenas de tres comunidades de Alta Verapaz (Guatemala), mediante la mejora de las actividades avícolas y su control sanitario, la formación para la transformación de hábitos de higiene, salud y nutrición, y la participación de las mujeres, hombres y jóvenes en la conservación y protección de los recursos naturales y el medio ambiente.