Con una amplia trayectoria profesional, es directora del Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad de Salamanca y coordinadora del Programa de Doctorado en Estudios Interdisciplinares de Género, entre otras cosas
Marta del Pozo es una de las tres mujeres que recibirá este 8 de marzo el reconocimiento por el Día Internacional de la Mujer, un reconocimiento que entrega el Ayuntamiento de Salamanca a la trayectoria profesional. Del Pozo es profesora titular del área de Derecho Procesal de la Universidad de Salamanca y profesora de Derecho Procesal Penal y de Práctica Penal y Procesal del Centro de Formación de la Policía de Ávila. Es directora del Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad de Salamanca y coordinadora del Programa de Doctorado en Estudios Interdisciplinares de Género y Políticas de Igualdad. Además, es Doctora en Derecho, con Premio Extraordinario, por la Universidad de Salamanca y miembro del Centro de Estudios de la Mujer de la USAL.
Su labor docente en la Escuela General de Policía de Ávila hizo que en 2003 recibiera la Orden al Mérito Policial con distintivo blanco por parte del Ministerio del Interior. Además, imparte materias en el Máster y doctorado en el Máster en Estudios Interdisciplinares de Género, siendo secretaria académica del mismo. Su labor investigadora la ha desarrollado, además, en proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Ministerio de Ciencia e Innovación, por la Junta de Castilla y León y por el Instituto de la Mujer. También ha realizado estancias investigadoras en la Universidad de Salerno (Italia), en la Universidad Nacional de Bogotá (Colombia) y en la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
“Estoy muy muy contenta por este reconocimiento”, expresa notablemente feliz. "No deja de ser un premio a mi trayectoria laboral pero también a mí trayectoria personal, a cómo soy yo porque todo lo que tiene que ver con la igualdad de mujeres y hombres y la lucha contra la violencia de género lo llevo grabado en mi piel, va en mi ADN”.
Haciendo un breve recorrido por la situación actual de la mujer en el ámbito del derecho, su especialidad, destaca que “es evidente que estamos muchísimo mejor que hace unos años porque estamos en una democracia, veníamos de una época de dictadura franquista donde la mujer era considerada como una persona absolutamente incapaz, y luego a la constitución nos hace igualdad en derechos y entonces igualdad formal tenemos, pero el problema es que no tenemos igualdad material”. Añade que “estamos mejor que ayer pero peor que mañana”.
Muy ligada a la Universidad de Salamanca, institución donde es un referente, cuenta que “cuando decidí quedarme en ella tenía muy claro qué tipo de docente y de investigadora quería ser, o más bien tenía claro cómo no quería ser”. Por ello, explica que este reconocimiento “también es de mis alumnos”.
A la pregunta de si cree que puede ser un referente, pero niñas jóvenes, dice que “una vez que hemos visto que una mujer española puede ser astronauta, ya estamos demostrando que las mujeres podemos hacer cualquier cosa”.
Sin embargo, hace especial hincapié en una advertencia. “Me preocupan las posibilidades de frustración, cuando ponemos un objetivo muy alto y a veces no lo conseguimos, pensamos que somos peores, y eso no tiene que ser así. Hay que aprender a tolerar la frustración”.
Una amplia trayectoria profesional donde no todo ha sido fácil. Ha tenido dificultades y “creo que todas las mujeres en algún momento hemos sufrido esa discriminación, eso que se llama teóricamente micromachismo pero que yo creo que se llama machismo puro y duro”.
Comparte este reconocimiento con María Victoria Mateos, hematóloga del Hospital de Salamanca; y con Mari Ángeles Hernández, cabeza visible de la empresa familiar Pastelerías ‘La Madrileña’. “A María Victoria no la conozco personalmente, pero es una compañera de la Universidad, una hematóloga de reconocido prestigio y creo que sus investigaciones van a ser decisivas en el futuro para acabar con ese tipo de cáncer especial que es el mieloma múltiple. Es un placer coincidir con ella porque ambas son pioneras en nuestros campos”.
En cuanto a Mari Ángeles, cuenta que es su vecina y amiga. “Mis momentos especiales siempre los acompañan algún dulce o algún salado de La Madrileña”.
De cara al Día de la Mujer en Salamanca, tiene unas palabras para la sociedad. “Habría que lanzar el mensaje de que ojalá el 8 de marzo no fuera necesario, porque si hay que tener un día de reivindicaciones de las mujeres es porque no somos iguales en la práctica. Intentemos cada una y cada uno, en la medida de lo posible, cambiar el mundo desde donde podamos, desde donde estemos, más o menos todos los días para conseguir esa igualdad entre hombres y mujeres y erradicar la violencia de género. Yo creo que se nos olvida a veces que esto no es una cuestión de mujeres, que necesitamos a los hombres, que son el otro 50% de la población. Tienen que luchar codo a codo con nosotras.”, concluye Del Pozo.