Jueves, 02 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Retorno de lo no vivido
X

Retorno de lo no vivido

Actualizado 23/02/2023 08:20
Álvaro Maguiño

Si el trascurso de los días se lleva el recuerdo consigo, será por puro azar. Los sucesos podrían amontonarse en las páginas de los periódicos, fingir que participan en la tensión del peligro cotidiano. Pero nunca tendrían la viveza de un recuerdo vivo. Aquel que se reinventa, que es liviano por la mañana y ciego por la noche. Aquel en el que se piensa cuando el cielo está nublado.

La galería del móvil me recuerda que hace un año jugaba a ser bucólico en los senderos de Monsagro. Que avanzaba escondiéndome del sol y buscando las primeras floraciones. También que en algún momento di la vuelta y no conocí más gamas de verde. Y nunca conoceré ese verde escondido. No existía más para mí ni para nadie. Si acaso, existió por última vez para las llamas. El día que no lo vi pintaba soleado, con sus caprichosos cirrus y su insolación invernal. Me falta más que ese verde.

Tengo muy presente estos días la inconfortable idea de lo no vivido. La ausencia de la sencillez de recordar. No tener lo que vuelve por casualidad o porque te hacen pensar en ello. La carencia de un recuerdo que te atienda solícito y responda a tus dudas. De ello trata el retorno de lo vivido.

Este año se cumplirán 52 años del incendio de la iglesia parroquial de mi pueblo. Y yo 19. No la llegué a ver con sus retablos dorados. A mí me habían llegado paredes desnudas y sillares fríos, aunque eso ya es bastante con todo el daño que sufrió. He visto fotos suyas antes de que todo pasara, algunas coloreadas resaltando el pan de oro, pero la gran mayoría en el dramático blanco y negro que hoy solo se consigue aplicando una pátina de filtros digitales. También he leído un par de artículos sobre ella, sobre lo que quedó escrito y las verdades que reveló tras arder, curiosamente. Además conozco lo poco que se pudo salvar, que miro con la compasión con la que se mira a un huérfano, y las leyendas que hablan del sino de las llamas. Sin embargo, yo no tengo la verdad sobre el edificio porque, aun teniendo su pasado a golpe de clic, me falta todo. Me falta haberla vivido. Mis palabras sobre la iglesia se parecen al humo que quedó de ella y las usurpo para saciar la necesidad de conocerla. Pienso en la poca justicia que hace el recuerdo de lo vivido, pero más en la condena que cumplen aquellos que heredan las palabras sobre los hechos no vividos. Llévatelas contigo, cuéntalas, permite que revivan a través de otras personas para que no mueran otra vez. Qué podría hacer por un edificio tan antiguo que no busca más que seguir en pie. Contarlo, pero nadie escucharía.

El retorno de lo no vivido se basa en lo tangible que no veré y lo intangible que no sentiré.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.