La mayoría de estos documentos se han formalizado ante personal de la Administración
Mujer con una edad de 62 años. Este es el perfil medio en Salamanca de las personas que registran su testamento vital o de instrucciones previas.
La opción más elegida, de los tres procedimientos posibles para formalizar un documento de instrucciones previas es ante el personal al servicio de la Administración; fue la opción más elegida por los otorgantes en el año 2022 y también en los años precedentes, tanto en Salamanca como en el conjunto de Castilla y León.
Los documentos inscritos en y formalizados ante personal al servicio de la Administración suponen un 71,2% respecto al total (1.249 documentos); le siguen los que se formalizaron ante testigos (un 13,1%) y los que se realizaron ante notario (un 15,7%). En Salamanca, ocurre lo mismo: 26 fueron ante notario, 22 ante testigos y 257 ante personal de la Administración.
Con respecto al año anterior, ha disminuido el número de documentos de instrucciones previas que se han realizado ante testigos (22,6%), ante personal al servicio de la Administración se ha incrementado un 46,4% y ante notario aumentaron el 15,5%.
Teniendo en cuenta el total de documentos inscritos en el Registro desde que éste se puso en marcha, el 62,5% se formalizó ante personal al servicio de la Administración (lo que supone 10.667 documentos). Este procedimiento es el más frecuente a partir del año 2012 en que se designó personal de la Administración a tal efecto en todas las provincias de la Comunidad. Ante testigos se formalizaron 3.886 documentos (22,7%) y ante notario 2.525 documentos (14,8%).
¿Quiénes son los que más registran testamentos vitales? Las mujeres son las que más se han interesado por ejercer este derecho, de tal forma que, del total de documentos inscritos en el Registro desde el año 2008, 11.030 son de mujeres (64,5%) y 6.058 de hombres (35,5%). En 2022, se decidieron a dar este paso 1.147 mujeres (65,4%) y 606 hombres (34,6%). En Salamanca ocurre lo mismo, duplicando casi las mujeres a los hombres; de esta manera, de los salmantinos que han inscrito hasta este momento este tipo de documentos 856 hombres 1.698 mujeres.
En cuanto a la edad media, la superior la tiene Salamanca, con 62 años. Las personas que han inscrito un documento en el Registro desde el año 2008 tienen una edad media de 60 años en Castilla y León y una edad mediana de 61,0 años. Al desagregar por grupos de edad decenales, se observa que el número de registros es superior en mujeres, incrementándose esta diferencia en las edades centrales, desde los 40 años a los 70 años, presentándose en torno al doble de registros de instrucciones previas de mujeres que de hombres.
Por provincia, los otorgantes con menor media de edad proceden de León con 58,8 años y Palencia con 59,6 años. Los que presentan una media de edad superior proceden de Salamanca con 62 años.
Para que un documento de instrucciones previas se considere como tal debe contener, como mínimo, indicaciones sobre los cuidados y/o tratamientos médicos que se aceptarían o rechazarían si se estuviera en determinadas situaciones clínicas, en general con un pronóstico irreversible y que evolucionará hacia la muerte en un periodo más o menos cercano, y/o indicaciones sobre el destino del cuerpo o de los órganos una vez llegado el fallecimiento.
En el año 2022, la mayoría de los documentos recogen de manera conjunta instrucciones, tanto respecto a los cuidados y tratamientos sanitarios como al destino de sus órganos y/o cuerpo una vez fallecidos, concretamente figuran ambas disposiciones en 1.391 documentos, el 79,3% del total.
Sin embargo, 360 documentos inscritos, el 20,5% del total, únicamente contienen referencia a los cuidados y tratamientos médicos como, por ejemplo, que no se apliquen técnicas sanitarias o tratamientos que prolonguen artificialmente la vida cuando a juicio del médico no haya expectativas de recuperación, que se adopten las medidas necesarias para paliar al máximo el sufrimiento, etc.
Por otro lado, se han presentado documentos en los que solo se recogieron instrucciones sobre cómo actuar al fallecer, tanto en relación con el destino de los órganos (por ejemplo, el deseo de donarlos para trasplantes, donar el cerebro para la investigación, etc.), como al destino del cuerpo.
Esta distribución se observa también en los documentos inscritos desde el año 2008, donde el 80,3% recogen instrucciones en ambos sentidos, el 19,5% solo sobre los cuidados y tratamientos, y el 0,3% recogen indicaciones solo en relación con el destino del cuerpo y/o de los órganos.
Hay que destacar que las personas que tienen otorgado un documento de instrucciones previas pueden, en cualquier momento, sustituirlo de acuerdo con los procedimientos establecidos en la normativa vigente. En este sentido se solicitó la sustitución de 132 documentos en el año 2022 y de 591 documentos desde el año 2008.
También los otorgantes, mediante cualquiera de los procedimientos ya indicados anteriormente, pueden revocar su documento, dejándolo sin efecto. Así, desde el año 2008 se han revocado 55 documentos, de los cuales 4 han sido revocados en el año 2022.
Además, de oficio se han dado de baja 1.558 documentos de personas que tenían el documento de instrucciones previas inscrito en el Registro, pero que han fallecido en los últimos años.