A partir del 1 de marzo, el programa de cribado poblacional modifica la toma de muestras, para agilizar los diagnósticos
La Junta de Castilla y León ha aprobado este jueves en el Consejo de Gobierno el expediente sanitario que permitirá la implementación de la toma de muestras única en el programa de prevención y detección del cáncer de cuello de útero, evitando que las mujeres participantes tengan que volver a consulta para una nueva recogida en el caso de un primer positivo, lo que reduce los tiempos de espera.
A partir del próximo 1 de marzo, este programa de cribado poblacional modifica parte de su operatividad en lo concerniente a la toma de muestras, que pasa a ser mediante una única recogida por consulta para cada una de las mujeres participantes.
Para ello, el Consejo de Gobierno ha autorizado el expediente sanitario que, valorado en 1.253.360 euros y dos anualidades, permitirá el suministro de elementos para la recogida de muestras ginecológicas y de los viales necesarios, así como del servicio de diagnóstico citológico y de determinación del virus del papiloma humano de alto riesgo mediante técnicas de biología molecular.
La implementación de esta única toma de muestras por cada una de las participantes conlleva una mayor eficiencia porque evita que en los casos con resultado positivo, tanto en la prueba citológica como en la de tipaje viral, sea necesario que la mujer vuelva a consulta para la realización de una nueva recogida vaginal.
Esta preservación de la muestra a través de un único vial en medio líquido que "no solo evitará esa segunda consulta", sino que "acortará el tiempo que la participante ha de esperar para la confirmación o no del diagnóstico ante un primer positivo, ya sea en el cribado o para la determinación del tipo de V.P.H".
El programa de prevención y detección del cáncer de cuello de útero en Castilla y León tiene como población diana a las mujeres con edades comprendidas entre los 25 y los 65 años, siendo su desarrollo, explicado de una forma somera, en dos franjas etarias.
Entre los 25 y los 34 años, las mujeres tienen citología cada tres años que, si resultara positiva, conlleva una nueva prueba analítica para su confirmación; y entre los 35 y 65 años, determinación del virus del papiloma humano de alto riesgo cada cinco años que, en el caso de positivizar, supone la realización de triaje mediante citología.
En la anualidad de 2021 (últimos datos consolidados), se llevaron a cabo en la Comunidad 66.965 pruebas de cribado (coincidentes en número con las de diagnóstico citológico), con 634 resultados positivos en esa primera fase.
Por su lado, la determinación del virus de papiloma humano de alto riesgo oncogénico alcanzó las 64.693 muestras, de las que 5.095 (el 7,88 %) arrojaron un resultado positivo a la presencia del V.P.H.