Hay etapas en la vida en que uno es especialmente prolífico en apasionamientos, esa etapa es la juventud. Y en esa juventud de especial anarquía bohemia, propia del mundanal universo de los artistas (cantantes toreros, actores….) se movió con fluidez a caballo de los años 90-2000 el escritor y, sobretodo crítico taurino David Montero.
En el año 2020, Montero publicó en una editorial portuguesa “Apuntes al natural” (Arturo Gómez, Editor) una antología de su trabajo periodístico realizado en las páginas del desaparecido periódico Tribuna de Salamanca, de 2004 a 2110, trabajo que, según propia confesión del autor en el prólogo, malamente cobraría.
El libro, de generosas dimensiones y lujoso papel cuché, es un repaso periodístico ambicioso escrito en el lenguaje al uso del medio y enmarcado en el momento en que fue concebido, como noticia, crónica taurina, reportaje, entrevista, a toreros, empresarios y gente del toro de la época; un apartado es especialmente interesante: la serie de reportajes que dedica el autor a explicar de forma didáctica aspectos de organización interna del espectáculo, así como indumentaria e instrumentos que usan los profesionales, cuestiones estas que atañen particularmente a la fisonomía educacional del espectáculo, generalmente muy desconocida para el gran público.
David Montero fue testigo de excepción, viajaba con los protagonistas, de bombazos informativos, acaecidos en esos años, como la espeluznante cogida de Julio Robles por el toro “Timador” en Beziers (Francia), que le dejaría en silla de ruedas o el periplo triunfal de “El Niño de la Capea” en su despedida.
En aquellos años David Montero sostuvo variados frentes periodísticos con efervescente dedicación en radio, prensa y Televisión (trabajó con Manuel Molés y su equipo en Canal Plus y la SER, cuando el mítico -aún en activo- crítico de Castellón era el cherif del periodismo taurino nacional.
Libro, cuyo equilibrio entre la visión crítica del espectáculo (engaño y ninguneo al público pagano, que acepta las pillerías con sorprendente pasividad), el reporterismo puro y duro y una interesante labor pedagógica, resulta valioso.
Cuajado de fotografías en páginas de espectacular diseño, montaje y colorido, es visualmente muy atractivo. Una pena que, según sus créditos, se editara en plena pandemia, frenando de forma negativa su conocimiento general.
Sin ser tan intensamente viajeros, fueron años que quien escribe, vivió a la par, imbuido del derroche emocional que depara un espectáculo que, conocido el profundad, conmueve, electriza y enamora.
De alguna forma, las páginas de un libro como este de David Montero, hace de estos años indelebles al tiempo y visten el recuerdo de nostalgia.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.