A propósito del estreno en Filmin de la película ucraniana Klondike, de Marina Er Gorbach, me surgen estas reflexiones sobre la teoría freudiana de las dos fuerzas que habitan nuestra naturaleza de seres humanos: la tendencia a la vida y la tendencia a la muerte.
La película citada narra el acontecer de apenas un par de días de guerra en un pequeño pueblo cercano a la frontera ruso-ucraniana y cercano al lugar donde fue abatido un Boeing 737 con turistas que habían partido de Amsterdam para pasar unas vacaciones en el sudeste asiático. La directora narra con fuerza cómo la muerte invade todas las relaciones del pequeño pueblo y mientras tanto la vida de la mujer embarazada que está a punto de dar a luz, no encuentra espacio ni ayuda para que nazca esa nueva vida.
Cualquier guerra está llena de escenas en las que se percibe, terriblemente, cómo la pulsión de muerte invade a la especie humana y la tendencia a la vida parece agotar toda su potencial energía. La guerra de Rusia contra Ucrania conmueve más a los europeos no solo porque se desarrolla cercana a nosotros, sino porque es un conflicto que cuanta más información se tiene sobre él, más caótica se ve la situación bélica, más confusas son las alianzas e intereses y, sobre todo, más lejanas se perciben las posibilidades de negociaciones para la paz. El camino de los estados miembros de la OTAN de armar a Ucrania está abocado a alargar con peligro creciente la contienda y a que la herida resultante sea más profunda.
También, en esta guerra de Ucrania se percibe claramente cómo los traumas colectivos de cada nación ( Rusia, Ucrania, Europa) sobre todo los ocurridos en el siglo XX, están presentes en las decisiones bélicas, influyendo y dificultando las negociaciones.
Y sin embargo, la palabra, el diálogo, es el único instrumento que tiene el ser humano para intentar frenar la fuerza de la pulsión de muerte.
Ahora que el incremento de los suicidios en nuestro país está siendo alarmante, los especialistas y voluntarios que trabajan para librar a los posibles suicidas de su tentación de acabar con su vida, saben muy bien que lo único que puede salvarles son las palabras pronunciadas que trasmitan la conexión con la vida que tienen los que no parecen ver ninguna salida a su intensa angustia. Si el que ayuda al posible suicida a deponer la violencia contra sí mismo logra pronunciar las palabras que enlazan con el deseo de vivir que aún todos tienen, el sujeto será salvado de su autoagresión.
La mujer embarazada de la película Klondike busca con desesperación a alguien (su marido, su hermano, algún soldado) que sienta su vida como ella siente la vida del bebé dentro de ella, empujando intensamente por salir.
La salida del conflicto ruso-ucraniano solo puede ser conseguida por una Unión Europea intermediaria, negociadora, fuerte y unida.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.