Hubo una eucaristía especial presidida por el Vicario General de la Diócesis
Este viernes se cumplieron exactamente 150 años de la fundación de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que cuenta con una residencia de ancianos en Ciudad Rodrigo, conocida popularmente como San José, que se sumó al aniversario con una eucaristía especial en la mañana del viernes presidida por el Vicario General de la Diócesis, José María Rodríguez-Veleiro, quién estuvo acompañado por varios sacerdotes, entre ellos el capellán de la residencia, Fernando Días-Bailón.
Esta residencia mirobrigense fue fundada hace 126 años, siendo responsable de la Diócesis (como administrador apostólico) José Tomás de Mazarrasa, quién trajo un grupo de hermanitas que iniciaron su labor en el Palacio Episcopal, trasladándose posteriormente a la actual ubicación en el Campo del Pozo, según recuerda la actual Madre Superiora, Sor Cristina. Durante estos 126 años, han acogido a 3.081 ancianos y han pasado por la casa 200 hermanas de la Congregación. En la actualidad, hay 8 hermanas, que junto a 50 trabajadores se encargan de 120 ancianos.
La Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados cuenta con 116 residencias en España y 200 en todo el mundo, repartidas por 22 países. La primera de ellas surgió en la localidad de Barbastro, por iniciativa de un sacerdote de la Diócesis de Huesca, Saturnino López Novoa, que acogió en su casa a una anciana y pensó en cómo poder hacer lo mismo con más personas, desarrollando la idea a través de Santa Teresa Jornet, que es la madre fundadora de la Congregación.
En este sentido, el objetivo de la Congregación es, según apunta Sor Cristina, “prodigar a los ancianos todo tipo de ayuda material y espiritual como nuestra santa nos enseñó: cuidar a los cuerpos para salvar las almas”.