Será homenajeado con múltiples actividades culturales durante todo este año
Este 19 de enero se cumple el centenario del nacimiento de Eugénio de Andrade, uno de los más notables poetas portugueses contemporáneos. Para conmemorarlo, tiene inicio este día un ciclo de actividades que se extenderá a lo largo de 2023, con el fin de homenajear su figura y difundir su obra, de forma especial en su tierra natal.
Eugénio de Andrade fue el seudónimo elegido por José Fontinhas, nacido el 19 de enero de 1923 en Póvoa de Atalaia, una población perteneciente al concejo de Fundão. Allí vivió hasta los 7 años, cuando se mudó junto con su madre a Castelo Branco y posteriormente a Lisboa.
A partir de los años cuarenta del siglo pasado, comenzó a relacionarse con otros escritores portugueses, como Miguel Torga, Mário Cesariny o Sophia de Mello Breyner Andresen. Conocía bien la poesía española y fue traductor al portugués de algunas obras.
Después de algunas publicaciones iniciales, en 1948 fue editado su libro de consagración y uno de los más reconocidos de su bibliografía: As mãos e os frutos.
El poeta, profesor y cronista salmantino José Luis Puerto, colaborador en este medio con su columna ‘La provincia del alma’, es traductor de alguno de sus poemas al castellano.
Eugénio de Andrade recibió varios reconocimientos en vida, como el premio de la crítica del centro portugués de la Asociación Internacional de Críticos Literarios en 1985, por su obra Branco no Branco (1984) o el premio Camões, en 2001.
Mantenía un fuerte vínculo con la ciudad de Oporto, donde residió la mayor parte de su vida. Allí murió el 13 de junio de 2005.
La biblioteca municipal de Fundão lleva el nombre de una de las figuras más notables de entre las nacidas en este concejo de la Beira, donde arrancan este 19 de enero algunas actividades destinadas a recordar a Eugénio de Andrade.
La exposición “Branco no Branco: Diccionario de 100 imágenes para 100 palabras de Eugénio de Andrade” estará presente desde hoy hasta finales del mes de febrero.
Es un trabajo conjunto de ‘Espacialistas’ y el escritor Gonçalo M. Tavares, que definen como “exposición-poema”. Se trata de “una especie de diccionario ilustrado”, donde los Espacialistas aportan las imagénes y Gonçalo M. Tavares las palabras, surgidos del enfoque en la obra con el mismo título (Branco no Branco), en una tentativa de “espacialización poética del cuerpo”, explican los autores.
La iniciativa “Com Palavras Amo” transformará las palabras de Eugénio de Andrade en sonido. Creado por la Companhia de Música Teatral, se dividirá en cuatro sesiones, la primera este 19 de enero, las siguientes el 17 de febrero, el 24 de marzo y el 21 de abril. La musicalidad de la poesía de Eugénio de Andrade facilitará la experimentación, la escucha y la creación de sonidos, dando lugar a “paisajes de escuchar”, formados por palabras que serán grabadas y posteriormente serán presentadas al público.
“Um Corpo é Sempre uma Chama- El Fuego y el Vino en la poesía de Eugenio de Andrade” es una antología dirigida por Gonçalo Salvado, con raíces en la Beira Baixa, que se presenta este día en la librería Sá da Costa de Lisboa, tras su lanzamiento el año pasado en el pueblo natal del autor.
Se trata de una colección en forma de libro-botella, pues, además de una selección de las referencias al fuego y al vino en la poesía de Eugénio de Andrade y un facsímil de un poema manuscrito del autor, la edición incluye una botella de vino de la DO Beira Interior. Todo ello, como una manera de “materializar la relación simbólica milenaria entre el vino y la poesía”, explica Gonçalo Salvado.
En las antiguas escuelas del pueblo de Póvoa de Atalaia surgió una de las 12 Casas e Lugares do Sentir presentes por el territorio de Fundão. Está dedicada a la vida y obra de Eugénio de Andrade, que aquí nació hace cien años, en la que él denominaba “la casa do Adro”, para criarse posteriormente con su madre en la “casa da Eira”, una vivienda muy humilde, junto a la era donde se trillaba la mies en verano.
El 'Camino de Eugénio de Andrade' es una propuesta de paseo que comienza en la Casa da Poesia, recorre el pueblo, pasando por los murales donde están representadas las famosas lérias de la Póvoa, unas piezas de ganchillo que aún hoy podemos ver ejecutando a algunas mujeres de la localidad rigurosamente vestidas de negro. La ruta llega hasta la calle da Eira, donde vivió el escritor, y continúa por los campos de Póvoa de Atalaia, situados al sureste del concejo de Fundão, con las cerezas y las amapolas tiñendo de rojo a finales de primavera los extensos campos de cereal.
La Casa da Poesia realiza un recorrido bibliográfico y sentimental por la biografía de Eugénio de Andrade, como niño que fue en este pueblo, donde se ubican sus primeros recuerdos, tan ligados a la tierra y a su madre. Pretende servir de inspiración para leer su poesía y en ella se encuentran expuestos varios manuscritos del autor.
La casa está abierta de lunes a viernes. Los fines de semana, únicamente mediante solicitud previa en el teléfono +351 275 561 467.
No mais fundo de ti,
eu sei que traí, mãe.
Tudo porque já não sou
o retrato adormecido
no fundo dos teus olhos.
Tudo porque tu ignoras
que há leitos onde o frio não se demora
e noites rumorosas de águas matinais.
Por isso, às vezes, as palavras que te digo
são duras duras, mãe,
e o nosso amor é infeliz.
Tudo porque perdi as rosas brancas
que apertava junto ao coração
no retrato da moldura.
Se soubesses como ainda amo as rosas,
talvez não enchesses as horas de pesadelos.
Mas tu esqueceste muita coisa;
esqueceste que as minhas pernas cresceram,
que todo o meu corpo cresceu,
e até o meu coração
ficou enorme, mãe!
Olha – queres ouvir-me? –
às vezes ainda sou o menino
que adormeceu nos teus olhos;
ainda aperto contra o coração
rosas tão brancas
como as que tens na moldura;
ainda ouço a tua voz:
Era uma vez uma princesa
No meio de um laranjal...
Mas – tu sabes – a noite é enorme,
e todo o meu corpo cresceu.
Eu saí da moldura,
dei às aves os meus olhos a beber.
Não me esqueci de nada, mãe.
Guardo a tua voz dentro de mim.
E deixo-te as rosas.
Boa noite. Eu vou com as aves.
Eugénio de Andrade