El piloto está entre los aspirantes a todo en la carrera más dura del mundo en la que se ha consolidado
Lorenzo Santolino arranca este día 31 de diciembre su quinta participación en el Dakar, una prueba en la que se ha consolidado como uno de los pilotos punteros del mundo de los rallys y a la que este año llega con grandes aspiraciones. El salmantino ya ha pasado verificaciones y ha podido probar su moto sobre el terreno, con todo listo para dos semanas de competición en el desierto en una edición que se presenta como la más complicada de las que se han disputado en Arabia Saudí.
La carrera arrancará con el prólogo de 13 kilómetros que marcará el orden de salida a la primera etapa en línea del día 1 de enero. Ambas se disputarán en torno al nuevo vivac de este año, el Sea Camp. Santolino ya ha podido inspeccionar la prólogo y probar su moto en el shakedown.
El salmantino pretende terminar bien posicionado la primera semana, más variada y adaptada a sus cualidades de antiguo piloto de enduro, y a partir de ahí ver la situación para las dunas de la segunda semana. Como siempre, su estrategia será mantener un buen ritmo de pilotaje y navegación, uno de sus fuertes, sin arriesgar más de lo necesario. No tiene en mente intentar las victorias parciales de etapa, aunque este año la organización ha decidido dar bonificaciones a los que ganen cada jornada, ya que generalmente al día siguiente pierden tiempo al tener que abrir pista.
En cuanto a objetivos, la referencia es el sexto puesto que hizo en 2021. El año pasado acabó undécimo tras estar todo el rally entre los mejores hasta que el desgaste mecánico le obligó a cambiar motor y entregar un tiempo precioso que le retrasó en la clasificación y le dejó sin opciones. El salmantino reconoce que un ‘top ten’ sería un buen resultado, pero que mira a un puesto entre los cinco mejores para completar un lustro dedicado al Dakar.