Mariano Martín ofrece una composición navideña con Ciudad Rodrigo como trasfondo
En llegando la Navidad
al Pueblo de Ciudad Rodrigo,
sabes, Amor, que te digo
que quiero, a tu lado, cantar.
Y radiante de felicidad
entra en el cuadro elegido,
ese bello recién nacido
que se quiere de el impregnar.
Rodeado de gran claridad
un arco engalana su nido,
es ese haz de color prometido
sin que se pueda apagar.
Las calles alaban su edad
la plazas aprecian su estilo,
todo su arte está en vilo
sin que nada deje de brillar.
Tal acto de solemnidad
presenta con su librillo,
las notas que son estribillo
glosadas sobre su altar.
Quiere agrandar la amistad
el Niño en la cuna dormido,
y sueña con ser bienvenido
antes de su despertar
En el Cielo hay Valor de verdad
y en la Tierra el anhelo en vivirlo,
nacer a tal don es sentirlo
sin que se pueda igualar.
Una Estrella ya está en la Ciudad
y una Flor se derrama en su filo,
la Gracia y la Gloria son hilo
prendidos a un beso ejemplar..
De Ti nos llegó la heredad
disfruta la Vida mi Niño,
pues tu risa y tu encanto cariño
son recuerdos de nunca olvidar.
Es tiempo de Universalidad
siémbrala amigo conmigo,
que yo la bendigo contigo
fraternizando unidad.
Por especial autoridad
eres humano y divino,
con camino sellado y destino
y firmado como ejemplar.
Nacido con humildad
cumplirás con tu pacto, mi Niño
que hará, y lo sabes, cariño
a Ciudad Rodrigo volar.