Una luces led iluminarán el nuevo emblema de Lumbrales con distintos colores que cambiarán de acuerdo a una celebración o reivindicación en días señalados
Unas letras de hormigón blanco formando el nombre de 'Lumbrales' reciben desde esta mañana a los viajeros que lleguen desde Salamanca por la carretera C-517 a la capital de El Abadengo. Los obreros municipales han colocado cada una de las letras, de algo más de 1 metro de altura, sobre una base de cemento construida al lado de la acera izquierda de la carretera de la Estación, en el paraje conocido como la Peña Gorda. En la parte inferior, sobre el escalón de piedra, se instalarán tres líneas de luminarias de led, de distintos colores, que cambiarán de tono de acuerdo a una celebración, conmemoración o reinvindicación en días señalados.
En la plataforma, a la izquierda de la 'L' se ha dejado un espacio para colocar, en un futuro, el escudo de Lumbrales.
El Ayuntamiento llevaba meses trabajando en la preparación de este cartel, "un trabajo en el que hemos implicado a mucha gente" afirma Manuel Santos, concejal de urbanismo. Desde el diseño de las letras, la elaboración de los moldes, a la estructura de hierro y el hormigonado, la instalación de la base y la colocación "ha trabajado mucha gente. Y ha habido problemas, por ejemplo para encontrar el hormigón blanco hemos ido a varias graveras, hemos hecho pruebas para ver si daban la dureza y para el color, y por fin ya están puestas las letras" afirma con satisfación Santos. "A mi personalmente, me hacía ilusión tener un monumento con el nombre de Lumbrales y también hacer una intervención en las casas de los maestros" manifiesta Santos, concejal socialista y miembro del equipo de gobierno municipal constituido por Ciudadanos y PSOE.
Las casas de los maestros
A escasos 100 metros del nuevo emblema de Lumbrales se ubican las antiguas casas de los maestros, siete viviendas deshabitadas, algunas no hace mucho tiempo, pero que estaban en muy mal estado. Tejados y paredes interiores hundidos, con el consiguiente riesgo de derrumbe y los escombros, maleza y porquería en los patios de la parte trasera ofrecían una imagen lamentable.
La imagen ha cambiado notablemente con la intervención llevada a cabo en las últimas semanas por los obreros municipales, consistente en el derribo de los tejados y el interior de las viviendas, y de las fachadas hasta el piso bajo, donde se han respetado los muros de piedra. Estos días se están retirando los escombros y la maleza de los patios.
Cuando finalice la actuación quedará un espacio limpio, cerrado por las paredes de piedra, un solar municipal que "queda a disposición de lo que el pueblo decida hacer, de darle uso y cuando haya dinero se hará lo que se quiera hacer" manifiesta el concejal de urbanismo.