Tod@vía reivindica la reutilización de la vía férrea con vehículos ligeros
La estación de Lumbrales acogerá mañana un acto de homenaje al pasado y de reivindicación del presente y el futuro
El día 8 de diciembre de 1887 se celebró la inauguración oficial de la Línea Férrea La Fuente de San Esteban-Barca d'Alba, que durante casi 100 años comunicó Salamanca con Oporto. El puente internacional sobre el Águeda, en el término de Vega Terrón, acogió el acto simbólico: dos locomotoras, una portuguesa y otra española, se encontraron y chocaron sus toperas en el medio del puente , un encuentro que la prensa de la época describió como “un beso de máquinas”.
Mañana, 135 años después, la asociación de Frontera Tod@vía, recordará ese evento con 'un beso de máquinas' en la estación de Lumbrales. Dos de los pequeños vehículos no ferroviarios de esta asociación serán colocados en la vía como un acto de homenaje a los que la hicieron posible en el pasado y una revindicación en el presente y futuro de esta infraestructura viaria -cerrada al tráfico ferrovario en enero de 1985- y reconocida desde el año 2000 como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento.
Desde el año 2011 y hasta año 2018 la asociación Tod@vía, sensibilizada con la vida en los pueblos de las comarcas Abadengo y Arribes y ante la ausencia de ayuda de administraciones, y a través de voluntarios ha mantenido con ilusión la línea desbrozando el camino férreo y reponiendo las maderas de los paseos peatonales de algunos puentes. Finalmente, la Diputación de Salamanca realiza una inversión en los últimos 17 Km.
En este sentido, desde Tod@vía aplauden lo realizado por la Diputación de Salamanca en el último tramo de la línea "pero este 'Camino de Hierro' no es un verdadero 'Tren de Vida'".
La asociación de Frontera Tod@vía plantea la reutilización turística de toda la infraestructura ferroviaria, tanto plataforma como estaciones, para la circulación de vehículos no ferroviarios de peso y velocidad reducidos. Estos pequeños vehículos (biclonetas, balancines ferroviarios, velorraíles, ciclorraíles... aportarían una oferta diferencial, cultural y lúdica, en el oeste salmantino.
Esta oferta diferencial ayudaría a invertir la tendencia de despoblación cuando se han superado niveles alarmantes, sin subsidiar a la población, mediante la aportación de una población flotante que consuma, de forma adicional, servicios y reciba prestaciones que compensen la debilidad económica.