Antes del pleno se guarda un minuto de silencio por las víctimas
Hoy, 25 de noviembre, desde la Diputación de Salamanca atendemos, un año más, al llamamiento de Naciones Unidas para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se aprobó el 25 de noviembre de 1993 en la Asamblea General.
La violencia contra las mujeres y las niñas es, ante todo, una violación de los Derechos Humanos y así lo reconoció el Consejo de Europa en el Convenio de Estambul en 2011. Su erradicación incumbe a toda la sociedad, especialmente a los poderes públicos y es, por tanto, responsabilidad de esta administración. Si podemos prevenir la violencia contra la mujer o ayudar a sus víctimas, estaremos contribuyendo a salvaguardar sus derechos humanos y promoviendo su salud física y mental y su bienestar a lo largo de toda su vida.
La violencia de género ya no es tema privado sino público. Un gravísimo problema de preocupación colectiva cuya persistencia se constata diariamente. Hoy en día, en pleno siglo XXI, es un problema de magnitud social, no sólo por el elevado número de víctimas, sino por las consecuencias gravísimas y daños que provoca en toda la sociedad.
Según las cifras oficiales de la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género, en España, a fecha de 10 de noviembre de este año, son 38 mujeres las victimas mortales por violencia de género a manos de sus parejas o exparejas y 26 menores de 18 años han quedado huérfanos y huérfanas, siendo también victimas sobrevivientes del horror de esta violencia.
Ante esta realidad hay que hablar de soluciones y éstas pasan por no tolerar la violencia de género. Es necesario poner en marcha mecanismos para asistir y apoyar a las mujeres más vulnerables a través de la aplicación de enfoques de género y de interseccionalidad en las políticas públicas.
Erradicar la violencia contra las mujeres y niñas requiere abordar la desigualdad de género que la provoca y que está profundamente arraigada en todos los ámbitos de la vida social. Cada organización y cada persona tiene un papel. Debemos convertirnos en agentes positivos en la defensa de los derechos de las mujeres y rechazar abiertamente la discriminación y el abuso.
Es necesario seguir impulsando medidas que permitan prevenir la violencia contra las mujeres fomentando la educación en valores de igualdad y respeto desde las etapas más tempranas, la coeducación de las niñas y niños en todas las etapas educativas, la resolución pacífica de conflictos en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y social y mejorar los recursos de asistencia y protección a las víctimas, garantizándoles la mejor respuesta institucional ante las situaciones de violencia.
Desde la Diputación de Salamanca reiteramos nuestro compromiso de apoyo y asistencia a todas las mujeres de la provincia que puedan estar viviendo estas situaciones de violencia, así como de refuerzo de acciones de detección, prevención y respuesta frente a la violencia de género, especialmente si se trata de situaciones de emergencia.
Por ello, se ha reforzado la prestación de servicios desde los distintos CEAS de la provincia, así como desde el SAM (Servicio de Atención a la Mujer) donde se presta a la mujer y menores víctimas de violencia de género orientación y atención psicológica, psicosocial y jurídica, garantizando su acceso a recursos sociales.
En esta administración pública tenemos clara nuestra responsabilidad de garantizar que la igualdad entre mujeres y hombres sea una realidad y de acabar con la violencia de género.
Un año más, la Diputación de Salamanca, en conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de género MANIFIESTA SU REPULSA Y CONDENA Y SE COMPROMETE A:
Y seguir luchando por avanzar hacia una sociedad donde se haga realidad que hombres y mujeres somos iguales en derechos y oportunidades. Una sociedad segura