Debates sobre el sector del castaño, gastronomía y animación nocturna en uno de los mayores concejos productores de castaña en Portugal
La ciudad portuguesa de Trancoso, en el interior fronterizo, celebra este fin de semana una edición más de su Feria de la Castaña y Paladares de Otoño.
Del 4 al 6 de noviembre, el Pabellón Multiusos de la localidad beirã acogerá las Jornadas Técnicas de la Castaña, demostraciones culinarias, venta de castaña, conferencias, conciertos y animación.
Trancoso está rodeado de castañares, que forman parte de la DOP Castanha dos Soutos da Lapa, donde la variedad Martaínha es la reina.
A partir de las 10:00 h de la mañana estarán abiertas las puertas y el sábado culminará con el concierto de Quim Barreiros, icono de la música popular portuguesa. El domingo, un gran magosto a media tarde pondrá fin a las celebraciones.
La jornada del sábado día 6 estará dedicada a la divulgación técnica de los últimos avances en prevención y curación de enfermedades del castaño o los bancos de germoplasma.
Y como donde hay bosque de castaños hay setas, el domingo arrancará con una caminata por la Ruta de los Castaños, seguida de un paseo micológico, para aprender a identificar hongos, conducido por el micólogo Carlos Ventura.
Los sotos de Trancoso y Penedono contribuyen con unas 3.000 toneladas de castaña a las 30.000 que aproximadamente se recolectan en Portugal, siendo la cuarta zona en producción del país.
Por su patrimonio histórico y arquitectónico bien conservado, Trancoso forma parte del conjunto de 12 Aldeas Históricas de Portugal, todas situadas en la franja fronteriza.
Por su papel en la independencia de Portugal, se ha habilitado recientemente como destino de turismo militar.
Aquí se libró la Batalla de Trancoso, en mayo de 1385, decisiva para la crisis política portuguesa de finales del siglo XIV, que implicó a Castilla.
También parece que influiría en la derrota final del enemigo castellano en la Batalla de Aljubarrota, en agosto de ese mismo año, que afianzó la nacionalidad portuguesa e instauró la dinastía de Avis en Portugal.
Según llegamos a Trancoso, emprendemos una subida para llegar hasta el núcleo urbano, que comienza mucho antes de su recinto amurallado. Realmente, la ciudad convive con esta duplicidad de arquitectura intra y extramuros.
Conforme nos acercamos al centro histórico, llamará nuestra atención una zona verde a nuestra derecha, se trata del Parque Municipal, donde se celebra el mercadillo semanal cada viernes y donde encontramos el Pabellón Multiusos que este fin de semana acoge la Feria de la Castaña.
Muy cerca, está la Capilla de San Bartolomé, donde se cree que fue celebrada en 1282 la boda entre el rey portugués Dinis e Isabel de Aragón, futura Santa Isabel de Portugal, que habían contraído matrimonio unos años antes por poderes.
La gran plaza llana que domina este espacio es engañosa, pues el trazado intramuros se divide en empinadas callejuelas. Dos figuras en granito de los reyes presiden las Portas d´El Rei, verdadera postal turística de Trancoso.
Traspasando la puerta de la muralla que rodea, aun hoy, la ciudad medieval, subiremos por la Rua da Corredoura hasta la plaza donde encontramos el Pelourinho, la Iglesia de la Misericordia y la Iglesia de San Pedro. Desde ahí continuaremos en dirección norte hasta la parte más alta de la villa, atravesando la Rua da Alegría, pintoresca y angosta calle adornada por hortensias.
El castillo corona la villa medieval, rodeado por su propia cerca, donde se asentaría el poblado primitivo. Nos encontramos a unos 900 metros de altitud y la panorámica desde este punto es completa y amplia, razón por la cual habría sido elegido el enclave.
Su visita nos llevará un buen rato, el interior es amplio, en pendiente, adaptado al terreno. Podemos recorrer lo alto de su perímetro y subir hasta la azotea de la torre que se conserva, accediendo por una pasarela sobre una larga escalera. Aquí casi siempre sopla fuerte el viento, incluso en los días cálidos del verano. La entrada es gratuita.
El Castillo de Trancoso es anterior al nacimiento de la nación portuguesa, siendo después ampliado y reforzado varias veces. Sería un sitio privilegiado para la defensa del recién nacido reino de Portugal y para afirmar la reconquista cristiana de estas tierras que estuvieron bajo dominio musulmán.
En Trancoso perviven muchas leyendas de moros y cristianos. Y de zapateros profetas que adivinaban el futuro en verso. El poeta Bandarra tiene su propia calle.
La judería de Trancoso es, aún hoy, bien reconocible. Se extiende por la parte este y sudeste de la segunda línea de murallas. En una de sus calles encontramos la Casa do Gato Preto y, más allá, el Centro de la Cultura Judía.
La comunidad hebrea de Trancoso habría sido una de las más numerosas e importantes de la Beira, y existía ya antes del siglo XIII. Trancoso estaba en la ruta comercial entre Castilla y el Atlántico y los artesanos y comerciantes judíos de Trancoso estaban bien relacionados.
Entre sus figuras notables, está un médico perteneciente a una familia judeoconversa de la comarca, Fernando Isaac Cardoso. Pasó parte de su adolescencia en Valladolid y estudió Medicina en Salamanca, llegando a ser médico en la corte de Felipe IV de España.
En el paseo por Trancoso, nos depararemos con muchas puertas para atravesar los muros de la cerca que circunda la urbe histórica. Fuera de ella, es por donde se ha extendido la ciudad y se encuentran algunos de los edificios municipales, como la Biblioteca, la Oficina de Turismo o el Pabellón Multiusos, donde trascurre estos días la Feria de la Castaña y Paladares de Otoño.
Trancoso tiene unos 10 mil habitantes en la totalidad del concejo. Desde la frontera salmantina de Fuentes de Oñoro, podemos llegar a Trancoso por Almeida y Pinhel, o bien, siguiendo la autovía A25 hasta Celorico da Beira, para salir a la IP2 dirección Bragança. Trancoso está a unos 70 kilómetros de la frontera de Vilar Formoso.