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El dinero procedente del 0,7% de la Renta representa ya más del 50% de los ingresos de la Diócesis
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CIUDAD RODRIGO | DIÓCESIS

El dinero procedente del 0,7% de la Renta representa ya más del 50% de los ingresos de la Diócesis

Actualizado 03/11/2022 15:59
David Rodriguez

La Diócesis tuvo en 2021 a 19 sacerdotes en activo y 34 jubilados, y a 5 trabajadores seglares

La Diócesis de Ciudad Rodrigo presentó en la mañana del jueves su balance económico del ejercicio 2021, como se hace cada año coincidiendo con la celebración del Día de la Iglesia Diocesana, cuya edición en 2022 aparece en el calendario de la Iglesia Católica este domingo 6 de noviembre. Como señaló durante esa presentación el Obispo José Luis Retana, “el Día de la Iglesia Diocesana son todos los días, pero el 6 de noviembre incidimos en la importancia de la Diócesis para todos los cristianos y las personas de Ciudad Rodrigo”.

Según expresó José Luis Retana, el deseo es que “tomemos conciencia de la pertenencia a la Iglesia en un terreno concreto que es Ciudad Rodrigo”, y de la actividad que se desarrolla a todos los niveles (Diócesis, arciprestazgos y parroquias), apuntando que es “como una familia que se sostiene entre todos; entre todos llevamos adelante la Diócesis”, recordando asimismo que “siempre en la Iglesia hay un trabajo colegial, sinodal” a la hora del funcionamiento diario. En este aspecto, el Día de la Iglesia Diocesana 2022 tiene como lema Gracias por tanto.

El ecónomo de la Diócesis, Manuel Domínguez, fue el encargado de desgranar las cuentas -engloban la actividad económica de la Diócesis como conjunto, sus 121 parroquias y el Seminario- que, aunque ya reflejan una recuperación respecto a 2020, cuando “se notó mucho” la pandemia del coronavirus, siguieron afectadas, al existir todavía durante ese año restricciones de aforo en los templos, no pasarse el cepillo y dejar de acudir algunos fieles a misa por miedo.

> Los ingresos

Como cifra global, el conjunto de la Diócesis tuvo unos ingresos y gastos en 2021 de 2.347.205,58€ (en 2020 fueron ligeramente superiores, 2.388.045,20€). En lo que respecta al capítulo de ingresos, la mayor partida volvió a ser el Fondo Común Interdiocesano, el dinero que distribuye la Conferencia Episcopal Española a cada Diócesis (en función de su número de habitantes, parroquias y sacerdotes; de si tiene Seminario, etc.) a partir del 0,7% que percibe por la Declaración de la Renta. Esta asignación fue de 1.247.743,16€, representando el 53% de los ingresos diocesanos, de tal modo que su importancia sigue creciendo (en 2019 representó el 37% de los ingresos, y en 2020, el 47%).

Como siempre, el segundo apartado más importante en cuestión de ingresos fueron las aportaciones directas de los fieles, que se recuperan respecto a 2020, pasando de 382.227,31€ a 522.319,37€, fundamentado en el aumento de los ‘otros ingresos’, que crecen de 174.231,49€ a 429.946,65€. En lo que respecta a las colectas ordinarias, se recaudaron 15.537,39€; en las colectas para otras instituciones de la Iglesia se obtuvieron 68.761,33€; y en concepto de suscripciones, 8.074€.

El tercer gran bloque de ingresos fue en este caso el de ‘Otros ingresos corrientes’, con 273.923,68€ (frente a los 294.285,33€ de 2020), que incluyen los ingresos por servicios, 82.318,61€; los ingresos de instituciones diocesanas, 46.495.68€; ‘Otros ingresos’, 25.045,21; y las subvenciones públicas corrientes, 120.064,18€.

En torno a estas subvenciones públicas, la principal sigue siendo la de la Diputación de Salamanca en el marco del convenio bianual para la reforma de tejados de iglesias y ermitas (en el período 2020-2021, se actuó en las cubiertas de las iglesias de Avililla de la Sierra, Carrascalejo de Huebra, Villavieja de Yeltes, Casillas de Flores y Campillo de Azaba, y de una ermita situada en el poblado antiguo de Fuentes de Oñoro).

En estos momentos, se está a la espera de firmar un nuevo convenio (hay algunos problemas para fijar los proyectos en el conjunto de las Diócesis involucradas al existir menos empresas de construcción disponibles), según explicó Manuel Domínguez, quién también recordó que en el marco del programa Rehabitare de la Junta de Castilla y León se restauró en 2021 la antigua Casa Parroquial de Águeda, y otra vivienda en Aldea del Obispo (en este 2022 se está actuando en las casas parroquiales de Boada y Castillejo de Martín Viejo).

Respecto a casas parroquiales, la Diócesis vendió en 2021 las de Puebla de Yeltes, Serradilla del Arroyo, y la de la Parroquia de Santa Marina de Ciudad Rodrigo, ingresando 146.554,10€, que aparecen consignados como ingresos ‘extraordinarios’ en el balance económico junto a otros 5.382,74€ procedentes de las Parroquias.

El apartado de ingresos de la Diócesis se cierra con los ‘ingresos de patrimonio y otras actividades’, con un balance total de 151.282,53€, ya que, aunque hubo 319.582.62€ de ingresos financieros, y 44.797,38€ procedentes del alquiler de inmuebles que posee la Diócesis, se consignan los 213.097,47€ de balance negativo que tuvo el Seminario Diocesano (incluyendo la actividad de la Casa Sacerdotal).

> Los gastos

En lo que respecta al capítulo de gastos, un año más la principal partida fue la de conservación de edificios y gastos de funcionamiento (electricidad, gas, etc.), con 804.490,66€ (frente a los 845.912,27€ del año anterior). Dentro de este apartado, Manuel Domínguez recordó que se incluyen los gastos de templos, casas parroquiales, el Palacio Episcopal o la casa del Obispo, donde se hizo una reforma de unos 25.000€.

Respecto al gasto en obras, Manuel Domínguez indicó que cuando las intervenciones dependen de la propia Diócesis (las obras del programa Rehabitare las saca a licitación la Junta), siempre se contrata empresas de la tierra, “lo que repercute en la economía de la zona”. En concreto, el importe de las actuaciones ejecutadas directamente ascendió en 2021 a 385.000€.

El segundo mayor capítulo de gastos fueron en este caso las acciones pastorales y asistenciales, con una cuantía de 646.341,96€ (frente a los 456.018,08€ del año anterior), desglosados de la siguiente forma: 338.599,61€ en actividades pastorales (incluyendo las de parroquias y delegaciones diocesanas); 62.223,08€ en actividades asistenciales (como ayudas por el Covid); 3.317,50€ para ayuda a la Iglesia Universal; 174.415,59€ como entregas a otras instituciones diocesanas (parroquias, la Fundación Ciudad Rodrigo o alguna residencia); y 67.786,18€ como dinero procedente de colectas remitido a otros lugares.

El tercer apartado de mayor cuantía fue en esta ocasión la retribución del clero, con 454.541,87€, de los cuales 382.513€ corresponden al sueldo de sacerdotes y religiosas, y los restantes 72.028,87€ a la Seguridad Social y prestaciones sociales. En lo que respecta al gasto en sueldos, la cifra continúa bajando (en 2020 fue de 445.655,90€) al irse perdiendo sacerdotes (en 2021 se contabilizaron 19 en activo y 34 jubilados).

Por otro lado, ascendió a 76.805,61€ en salarios y 25.818,87€ en aportaciones a la Seguridad Social la retribución del personal seglar con el que cuenta la Diócesis (un total de 5 personas: para limpieza, mantenimiento, administración, delegación de Medios y el propio ecónomo). El apartado de gastos ordinarios se completa con una aportación de 159.494,23€ al Seminario Diocesano San Cayetano y 93.599,87€ en concepto de ‘gastos financieros’.

Por último, como gastos extraordinarios figuran 45.632,70€ correspondientes a varias Parroquias (11.000€ de la de Martiago, otros 11.000€ de la de Villavieja de Yeltes, 8.000€ de Espeja o 5.000€ de Villasbuenas), y 40.479.81€ como ‘capacidad de financiación’ para que así el balance económico de ingresos y gastos quede equilibrado.

En la rueda de prensa se dio las gracias a todos aquellos que realizan aportaciones económicas, recordando la delegada de Medios, Silvia García Rojo, que también se puede colaborar aportando tiempo como voluntarios (incluido para las celebraciones dominicales en ausencia de presbítero, para las que se cuenta con unas 16-17 personas), u orando. En palabras de José Luis Retana, “la Diócesis cuenta con un grupo de sacerdotes en buena edad que puede llevar adelante la vida de la Diócesis con la ayuda de religiosas y otras personas”, apuntando que “hay bastantes sacerdotes mayores, pero hay una distribución armoniosa del trabajo”.