Desde la ASMJ recuerdan que aún se desconoce el paradero de los cuerpos de la mayoría de los fallecidos
La placa situada en el cementerio de Casillas de Flores en homenaje a los vecinos de la localidad que fueron asesinados en 1936 por la represión franquista ha vuelto a ser atacada, en este caso lanzándole pintura negra, según ha dado a conocer la Asociación Salamanca Memoria y Justicia (ASMJ), promotora de su instalación. La placa fue colocada inicialmente en julio de 2016, desapareciendo dos años después sin que a día de hoy se sepa quién o quiénes fueron los autores de la sustracción.
Ante ello, el pasado mes de junio la ASMJ repuso la placa, que contiene los nombres de una decena de personas: Antonio Francisco Álvarez Martínez, José Álvarez Moreiro, Quirico Bermejo Escamochero, Manuel Bermejo Hernández, José Bernal Martín, Antonio Cánovas Mesa, Antonio Hernández Rastrero, Timoteo Feliciano Mateos Ríos, José María Moreiro Ríos y Felipe Rastrero Antúnez, con un recuerdo asimismo in memoriam para los “demás represaliados” cuyos nombres se desconocen.
Cuatro meses después de esa reposición, la placa ha sido atacada con pintura como se puede ver en la imagen, preguntándose en voz alta desde la ASMJ “¿qué molesta esta placa en un cementerio para cometer estas barbaries?”, añadiendo que “es un tema de derechos humanos que por lo visto es muy difícil entender para ciertas personas”. La entidad recuerda que se desconoce el paradero de los cuerpos de la mayoría de las personas que figuran en la placa, con lo cual “para las familias es un reconocimiento hacia ellos y un consuelo el poder tener un espacio donde depositar unas flores”.
En el comunicado donde dan a conocer este nuevo ataque a la placa, la ASMJ muestra todo su apoyo “a las familias de las víctimas”, remarcando que “la sinrazón y la injusticia aún siguen instalados en determinados lugares”.