El sistema ha logrado alcanzar los 251,9 litros donados y ha registrado este año un total de 26 nuevas donantes
El Banco de Leche Materna de Castilla y León cubre actualmente toda la demanda existente al alimentar a 137 bebés prematuros en las cinco UCIs neonatales que existen en la Comunidad, un éxito de este servicio que cumple ya 7 años y que ha registrado este año un total de 26 nuevas donantes.
Así lo ha explicado a Europa Press la responsable del servicio en la comunidad, Verónica Cañadas, quien ha detallado la importancia de esta leche para aquellos niños recién nacidos muy prematuros o de bajo peso dados los beneficios de la misma frente a las fórmulas artificiales.
"La leche de la propia madre es el alimento ideal para cualquier recién nacido", ha defendido Cañadas en unas fechas en las que se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Asimismo, ha explicado que la protección del bebé frente a problemas intestinales graves y la reducción de la incidencia de infecciones, son algunos de los beneficios de este alimento.
A través de las donaciones se garantiza una alimentación de "calidad" a los recién nacidos prematuros que, por cualquier razón, no dispongan de leche de su propia madre. "La leche materna donada tiene una composición inmunológica que va a favorecer el buen desarrollo y crecimiento de recién nacido frente a cualquier fórmula artificial", ha detallado.
De este modo, hasta octubre de este año el sistema ha logrado alcanzar la cifra de 251,9 litros donados, de los que 229,7 litros han sido distribuidos en las Ucis neonatales para alimentar a 137 bebés prematuros durante, al menos, las primeras cuatro semanas.
Cañadas ha detallado que el sistema que funciona en la comunidad es mixto, así, por una parte se capta a las posibles donantes en el Hospital Río Hortega de Valladolid y mediante una unidad satélite ubicada en el Hospital de Burgos y, por otra, se asegura la trazabilidad del alimento en los laboratorios del Banco de Leche Materna ubicados en Valladolid.
Las donantes deben ser madres sanas que tengan un excedente de producción de leche materna con el que se garantice la alimentación de su propio recién nacido, a éstas se les facilita un sistema de extracción de leche materna y recipientes apropiados para almacenar y etiquetar esta leche en casa hasta que sea recogida en el domicilio o bien entregada en el centro hospitalario.
Una vez recepcionado, el alimento es trasladado a los depósitos del Banco de Leche Materna donde se procesa, se analiza y se pasteuriza para garantizar la calidad de la misma y evitar contaminaciones. Una vez pasado todo este proceso y seleccionado con el correspondiente etiquetado en el que se especifica la acidez, los nutrientes y la grasa de cada biberón, se almacena en cámaras que la mantienen hasta los -20 grados para su distribución.
La leche materna tiene una caducidad de seis meses tras ser pasteurizada y se reparte en las cinco UCIs neonales de la comunidad que se encuentran en los hospitales de Salamanca, León, en el Río Hortega y Clínico de Valladolid y en el Hospital de Burgos.