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¿Eres noctámbulo o madrugador?: así influye en el riesgo de cardiopatías o diabetes
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INVESTIGACIÓN

¿Eres noctámbulo o madrugador?: así influye en el riesgo de cardiopatías o diabetes

Actualizado 21/09/2022 18:20

Los patrones de actividad y ciclos de sueño podrían influir en el riesgo de padecer enfermedades, como la diabetes tipo 2 y las cardiopatías

¿Eres noctámbulo o madrugador? Los hábitos de sueño influyen de manera directa en nuestra salud, y un nuevo estudio ha constatado el mayor riesgo de diabetes o de cardiopatías que puede implicar el ser más madrugador o más noctámbulo.

Los patrones de actividad y ciclos de sueño podrían influir en el riesgo de padecer enfermedades, como la diabetes tipo 2 y las cardiopatías, según una nueva investigación publicada en la revista 'Experimental Physiology' que ha descubierto que los ciclos de vigilia/sueño provocan diferencias metabólicas y alteran la preferencia de nuestro cuerpo por las fuentes de energía.

Las diferencias metabólicas de la población están relacionadas con la capacidad de cada grupo de utilizar la insulina para promover la captación de glucosa por las células para su almacenamiento y uso energético.

Las personas que son "madrugadoras" (individuos que prefieren ser activos por la mañana) dependen más de la grasa como fuente de energía y son más activas durante el día con niveles más altos de aptitud aeróbica que los "noctámbulos". Por otro lado, los "búhos nocturnos" (personas que prefieren ser activas a última hora del día y de la noche) utilizan menos grasa como fuente de energía durante el descanso y el ejercicio.

Los investigadores han descubierto que quienes se quedan despiertos hasta más tarde tienen una menor capacidad para utilizar las grasas como fuente de energía, lo que significa que éstas pueden acumularse en el cuerpo y aumentar el riesgo de diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Los investigadores de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos) clasificaron a los participantes en dos grupos (madrugadores y noctámbulos) en función de su "cronotipo", es decir, nuestra propensión natural a buscar la actividad y el sueño a distintas horas. Utilizaron imágenes avanzadas para evaluar la masa y la composición corporal, así como la sensibilidad a la insulina y muestras de aliento para medir el metabolismo de las grasas y los carbohidratos.

Los participantes fueron monitorizados durante una semana para evaluar sus patrones de actividad a lo largo del día. Siguieron una dieta controlada en calorías y nutrición y tuvieron que ayunar durante la noche para minimizar el impacto de la dieta en los resultados. Para estudiar la preferencia por el combustible, se les sometió a una prueba en reposo antes de completar dos sesiones de ejercicio de 15 minutos: una de intensidad moderada y otra de intensidad alta en una cinta de correr. Los niveles de aptitud aeróbica se comprobaron mediante un reto de inclinación en el que la inclinación se elevaba un 2,5% cada dos minutos hasta que el participante llegaba a un punto de agotamiento.

Los investigadores descubrieron que los madrugadores utilizan más grasa como fuente de energía, tanto en reposo como durante el ejercicio, que los noctámbulos. Los madrugadores también eran más sensibles a la insulina. Los noctámbulos, en cambio, son resistentes a la insulina, lo que significa que su cuerpo necesita más insulina para reducir los niveles de glucosa en sangre, y que su organismo prefiere los hidratos de carbono como fuente de energía a las grasas.

La capacidad alterada de este grupo para responder a la insulina para favorecer el uso de combustible puede ser perjudicial, ya que indica un mayor riesgo de diabetes de tipo 2 y/o de enfermedades cardíacas. La causa de este cambio en la preferencia metabólica entre los pájaros tempranos y los noctámbulos es aún desconocida y requiere más investigación.