Terminaron las fiestas de Salamanca, marcadas por la celebración religiosa de la Virgen de la Vega, donde el señor alcalde tuvo el honor y la virtud de marcar la ofrenda a la Virgen en el ofertorio de la Eucaristía presidida por el señor obispo en la Catedral Nueva.
Este año ha habido muchos acontecimientos civiles o seculares, culturales o de diversión, promovidos especialmente por el excelentísimo Ayuntamiento. Entre los muchos espectáculos se destaca particularmente, a mí al menos me lo parece, la jornada de puertas abiertas, que da oportunidad a muchos salmantinos de acercarse a los diferentes monumentos o instituciones, para conocerlos y valorarlos como se merecen.
Los lugares objeto de las puertas abiertas fueron muy visitados. Sobresalieron las visitas al ayuntamiento, a las torres de la clerecía (scala coeli) y de las catedrales (Ieronimus) y la asistencia con visita guiada al Cerro de San Vicente. Los niños asistieron especialmente al parque de Bomberos.
Yo tuve la suerte de poder asistir al último turno de visitas al Cerro de San Vicente. Estábamos en la fila de espera para poder asistir a la visita final del día unas setenta personas. Nos dividieron en dos grupos e hicimos la hermosísima e interesante visita conducidos por dos guías dedicados a la investigación y a los cuidados de los descubrimientos realizados en el Cerro de San Vicente.
En el cerro estuvieron asentados los habitantes que iniciaron su residencia en el poblado, luego ciudad, de Salamanca, en fechas anteriores a la ocupación de Hispania por parte de los romanos. El cristianismo arraigó en España en la época visigoda, y eso llevó a la construcción en el cerro de una iglesia dedicada a San Vicente. El cerro se quedó pequeño y los salmantinos comenzaron a establecerse en el cerro donde después se construirían las Catedrales.
La invasión de los musulmanes hizo desaparecer de Salamanca, como de tantos otros lugares, la presencia del cristianismo. Después se fue realizando poco a poco, a partir de la resistencia de Pelayo en Covadonga, la reconquista de todo el territorio de Hispania y, en consecuencia, de la ciudad de Salamanca por el obispo francés Jerónimo. Así se construyeron nuevas parroquias, como San Marcos por los leoneses, y San Martín por los franceses. Luego se construyeron las Catedrales.
Los monjes benedictinos de Cluny (Francia) contribuyeron a ir sembrando de catedrales góticas las ciudades recorridas por el camino de Santiago. Los mismos monjes cluniacenses fueron estableciendo sus conventos a lo largo del mismo camino de Santiago. Salamanca no estaba propiamente en el camino principal, aunque sí en la ruta de la plata, pero el nacimiento y expansión de la Universidad de Salamanca atrajo la atención y el interés por construir el convento de San Vicente en Salamanca, y eligieron para ello el cerro de San Vicente.
El convento adquirió un gran desarrollo hasta que fue ocupado y dedicado a cuartel militar por los franceses durante la guerra de la independencia, en atención al lugar estratégico privilegiado de Salamanca entre España y Portugal. Salamanca fue liberada por los españoles e ingleses, pero éstos, para impedir que los franceses volvieran a ocupar el convento, se dedicaron a destruirlo desde los mismos cimientos para que no volviera a ser ocupado por los franceses. Finalmente terminaron por arruinarlo del todo ayudándose de grandes explosiones.
Los monjes intentaron reconstruir el monasterio, pero este propósito quedó finalmente imposibilitado por razón de la desamortización de Mendizábal, que obligó a la desaparición de los religiosos.
Y los vecinos del cerro fueron llevándose las piedras de las ruinas del monasterio para ir reconstruyendo sus propias casas. Muchas de esas piedras han sido localizadas y algunas otras se han ido descubriendo en las recientes excavaciones. Los cimientos y los descubrimientos que se han ido realizando hacen intuir la grandeza del monasterio. Aún se adivinan los comedores, las bodegas de los frailes y algunas otras dependencias.
Los últimos trabajos han ido mostrando los bancales de las viñas y de multitud y variedad de árboles frutales o de cultivo de la variedad forestal. Los espacios de las posesiones monacales todavía pueden ser considerados, a pesar que gran parte de las mismas han sido ya desamortizados.
Merece la pena mostrar y dar a conocer las grandes realizaciones históricas llevadas a cabo por los monjes benedictinos en los importantes espacios del Cerro de San Vicente.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.