Misa y procesión por la mañana y clase práctica seguida de un gran Prix con vaquilla despidieron la ajetreada programación festiva de San Agustín
Villar de Ciervo lleva inmerso durante los últimos diez días en una apretada programación festiva en honor a San Agustín.
Han sido días en los que cervatos y visitantes han podido disfrutar de gastronomía, deporte, cultura, disfraces, música y sobre todo con la compañía de las peñas, muy partícipes en las actividades que se han llevado a cabo.
La jornada dominical y último día de fiestas estuvo dedicado primeramente por la mañana a una eucaristía y procesión en honor al filósofo cristiano y obispo San Agustín, coincidiendo con la efeméride de su muerte en el año 354.
La misa y procesión estuvo presidida por el párroco y arcipreste del Yeltes Juan Carlos Bernardos García. Al terminar la procesión por las calles aledañas a la Iglesia advocada al obispo venerado, la imagen se colocó a las puertas del templo para hacer el ofertorio, todo ello amenazado por la charanga mirobrigense “Manliao”
La tarde estuvo de lo más taurina; primeramente, con una clase práctica de los aspirantes a toreros Jesús Iglesias y Julio Norte, alumnos de la escuela de tauromaquia de Salamanca.
A continuación, un Gran Prix con vaquillas en el que participaron varias peñas, hicieron pasar un buen rato tanto a participantes como público asistente con las divertidas pruebas del juego.
Pero eso no fue suficiente para terminar definitivamente las fiestas. Los cervatos pudieron llenar estómagos con la sabrosa carne de “Porco ao espeto” donado por la Asociación Gastronómica La Calera y con colaboración del Ayuntamiento.
Seguidamente en la Plaza Mayor una verbena a cargo de la orquesta La Órbita puso ahora sí, la guinda final a las las fiestas de San Agustín 22 .