La compañía Scura Splats ofreció por las calles del centro el montaje denominado ‘Cavaldeath’
La Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo reservó para la noche del Sábado, en las horas finales del evento, el acto principal de celebración de las 25 ediciones que se han alcanzado en este 2022. Esta celebración consistió en un pasacalles de fuego y pirotecnia, que obviamente era el primero de este tipo en la Feria desde que estalló la pandemia, aunque no el primero en general en Ciudad Rodrigo, porque el pasado Martes de Carnaval hubo uno promovido por la Asociación Cultural Carnavaldeltoro.es (que ya se había podido ver en la Feria en su día) para festejar la concesión de los Cenizos.
El pasacalles de fuego y pirotecnia de la noche sabatina corrió a cargo de la compañía de Vila-Real (Castellón) Scura Splats. Con el título de Cavaldeath, la pieza está inspirada en La Danza de la muerte, un texto medieval del siglo XVI, haciéndose un progresivo llamamiento durante el pasacalles a bailar esa Danza de la muerte (se emplea un notable volumen musical). Durante el llamamiento, se descubre la ausencia de algunos de los personajes más importantes de la sociedad: la Iglesia, el Capital, el Político y el Militar, cuya búsqueda inicia la Dama de la Muerte guadaña en mano, consiguiendo encontrarles en su recorrido por las calles.
Ese relato que se pudo escuchar perfectamente en off no fue evidentemente lo que más llamó la atención del público, que se fijó en la cantidad de carretillas, tracas, pirotecnia estática y figuras con chispas, ruido y color que fueron prendiendo los protagonistas del montaje.
El pasacalles por el centro histórico mirobrigense (por donde se fueron apagando las luces de las vías, para que sólo quedasen iluminadas por el fuego y la pirotecnia) arrancó en la Plazuela del Castillo, introduciéndose a continuación por la calle Sánchez Arjona (inicialmente estaba previsto que fuese por Juan Arias, pero se cambió). Al paso por Sánchez Arjona, coincidieron con los espectadores que ya estaban haciendo cola para presenciar la última obra de la Feria en Los Sitios. Esos espectadores no supieron muy bien dónde meterse para que no les afectasen las chispas, ya que al mismo tiempo no querían moverse de la cola.
Tras una pequeña parada en el cruce que lleva de Sánchez Arjona a la calle Velayos, se continuó hacia la Plaza Mayor, donde hubo una parada más larga capturando a uno de los personajes huidos, que previamente también soltó pirotecnia a ras de suelo. Ahí se tomó la calle Madrid, en dirección a la Puerta del Conde, pero hubo otras dos paradas: en el centro de la calle, y a la altura de la Plazuela del Conde, donde Scura Splats desplegó una doble rueda de pirotecnia.
Tras unos minutos, se prosiguió a través de la Puerta del Conde hacia el Registro, donde se pudo disfrutar del gran fin de fiesta. Para empezar, uno de los actores con un chocecito pequeño salió para recorrer el Registro de extremo a extremo a una cierta velocidad. Posteriormente, la acción se centró en una zona que estaba vallada junto al Cuerpo de Guardia, donde se lanzó aún más pirotecnia, e incluso fuegos artificiales al cielo.
Una vez sonó la traca final, todo el público congregado en el Registro brindó una larga ovación a la compañía. A lo largo del recorrido, muchos espectadores desenfundaron sus móviles para hacer fotos y vídeos, intentando estar unos cuantos lo más cerca posible de las chispas, para lo que iban preparados con ropa vaquera. El recorrido de Cavaldeath fue supervisado por varios miembros de los Bomberos extintores en mano.