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La Feria de Teatro supera el coronavirus festejando su 25ª edición con 30.000 espectadores
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CIUDAD RODRIGO | BALANCE

La Feria de Teatro supera el coronavirus festejando su 25ª edición con 30.000 espectadores

Actualizado 28/08/2022 21:25

La asistencia de público ha sido algo inferior a la última edición prepandemia, pero se ha recuperado el espíritu completo de la Feria

Después de 102 horas y media de espíritu teatral por los cuatro costados (desde las 18.00 horas de la tarde del martes que comenzó la primera función hasta las 0.34 horas de la noche del sábado que concluyó la última), Ciudad Rodrigo cerró en el tramo inicial de la medianoche del sábado al domingo la 25ª edición de su Feria de Teatro, que era muy esperada por múltiples motivos (empezando porque se trataba de las Bodas de Plata), y no ha defraudado lo más mínimo.

Lo más importante que deja esta Feria de Teatro 2022 es que se ha podido recuperar la normalidad prepandemia, viviéndose una edición con todos los componentes habituales, después de que en los dos años anteriores se desarrollasen ediciones atípicas (sin grandes espectáculos de calle, y con limitaciones de aforo en todos los espacios), pero claves para que no se rompiese la cadena teatral en Ciudad Rodrigo. Dentro de esta vuelta a la normalidad, la Feria ha recuperado el calor del público mirobrigense y foráneo (sin pandemia, ha habido muchos más forasteros), que ha respaldado masivamente todos los espectáculos programados.

En este caso, desde la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León se ha cifrado en 30.000 el número de espectadores, aunque esta cifra no deja de ser ‘ficticia’, no solo por el hecho de que no se llega a contabilizar el público que hay en los espectáculos de calle, sino porque además siempre se anuncia horas antes de que acabe la Feria, a modo de cálculo a ojo de buen cubero de lo que ha pasado y lo que falta por pasar. Este año, la nota de prensa de la Consejería fue enviada a las 11.21 horas de la mañana del sábado, cuando restaban 13 horas de teatro en Ciudad Rodrigo, incluido el montaje callejero Loop de Cirk About it o el pasacalles pirotécnico, que registraron grandes asistencias de público, como todos los eventos al aire libre (todas las citas en Bolonia, así como los pasacalles, han sido multitudinarios).

Dentro de esa cifra final de espectadores, sí hay que reseñar la pérdida que supuso que no se pudiera llevar a cabo por culpa de la lluvia el primer pase de Loop, que seguramente también hubiera sido masivo (el agua obligó a cancelar asimismo el segundo pase, en un espacio de menor aforo, de Disculpa si te presento como que no te conozco). Hay que apuntar que en los dos años previos a la pandemia la Junta de Castilla y León cifró en 35.000 el número de espectadores de la Feria, con lo cual desde las entidades promotoras se entiende que ha habido un pelín menos de público que antes de la pandemia. Como cifra más ‘real’, este año se ha cubierto el 95% del aforo de los espectáculos de sala, una cifra inferior al 99% del año 2019.

Lo cierto es que ha habido llenazos quedándose gente sin poder entrar, pero en algunas obras de sala se han visto unos cuantos huecos vacíos, especialmente en las primeras obras de la Feria, algo bastante curioso, porque tradicionalmente ese tramo inicial suele registrar llenos, mientras que hay menos saturación en las horas finales al haberse marchado la práctica totalidad de los profesionales, pero este año no ha ocurrido.

En torno a ese hecho, sí hay que puntualizar que por ejemplo la primera obra de este año en el Espacio Afecir fue un montaje de danza, que siempre cuesta llenarlos, y que la primera obra en el Patio de Los Sitios era llegada de Portugal, un hecho que resta público por el temor a que haya problemas a la hora de entender la lengua vecina (en este caso, no fue ningún problema, siendo una noche de muchas risas, como ha ocurrido en las otras cuatro veladas).

En esos espacios escénicos de sala han ocupado un lugar predominante los profesionales, contándose este año con 700 personas implicadas de 270 instituciones diferentes, con un perfil mayoritario de compradores (el 55%). Mientras tanto, el 26% de los profesionales acreditados eran vendedores, y el resto, distribuidores y dinamizadores del mercado. Según señalan desde la organización de la Feria, uno de los aspectos más valorados por estos profesionales es la rotación de compañías que propone la Feria respecto a programaciones anteriores (de hecho este año había muchas debutantes).

Junto a esos profesionales ha estado el público en general, tanto mirobrigense como foráneo, con el que habría que empezar a trabajar para que haya un relevo generacional. Las 25 ediciones que ha cumplido la Feria se reflejan en todo, y así, el gran colectivo de espectadores históricos ha dejado poco a poco de acudir (por fallecimiento, por incapacidad, etc.), siendo muy relevante por ejemplo que este año no se ha llegado a cubrir el mínimo de inscritos necesario para que la Asociación de Amigos del Teatro viajase en los días previos a la Feria al Festival de Teatro Clásico de Mérida.

Esta falta de relevo generacional en el público mirobrigense se refleja asimismo en las pobres entradas (teniendo en cuenta la capacidad del Teatro Nuevo y la calidad de las obras) que cosechan los espectáculos que se representan en los denominados semestres teatrales que programa el Ayuntamiento, salvo excepciones puntuales, como que sean compañías muy queridas, que sean zarzuelas (aunque la última ya no tuvo tanta asistencia), o que haya actores famosos sobre el escenario. En este aspecto, la Feria de Teatro apenas cuenta con caras conocidas por el gran público en su programación, pero sí consigue atraer espectadores de todo tipo, incluido mirobrigenses que curiosamente sólo acuden al teatro estos días del año.

Todo ese público ha podido presenciar durante estos días en Ciudad Rodrigo un total de 62 funciones (estaban previstas 64, pero ya decimos que hubo dos suspensiones por la lluvia) de un total de 45 montajes, incluyendo en las mismas el pasacalles pirotécnico de la noche del Sábado, que formaba parte del programa de actividades complementarias. Dentro de éste apartado hay que resaltar, cómo no, el programa de animación infantil, el Divierteatro, que también ha vuelto por sus fueros en actividades –incluyendo el regreso del Palabreando- y participación, aunque se va notando la despoblación y la bajada de la natalidad: cada jornada ha habido una media de 500 chavales, cuando en el pasado rondaban los 1.000 por día.

Entre las satisfacciones que deja la Feria 2022 está que varios jóvenes mirobrigenses que disfrutaron de niños del Divierteatro, y ejercieron de monitores del mismo, ahora ‘han vuelto’ a la Feria (aunque se puede considerar que nunca se han ido) como profesionales del teatro con todas las de la ley, formando parte sus montajes de la programación oficial (Popy Vegas con Los panes y los peces, y Dani Gómez y Adelia Vicente con ¡El gran Cáliban!), cosechando muy buenas críticas, y dejando muy buen sabor de boca al programarse en la última jornada.