Guiados por un pastor, un grupo de personas trajeadas pero con un cencerro colgando realizaron un original recorrido por el centro
En una franja menos habitual para los pasacalles dentro de la programación de la Feria, la de las 20.00 horas, la entidad portuguesa Kopinxas – Companhia de teatro sacó en la tarde del jueves a las calles del centro histórico mirobrigense a sus ‘transhumanos’, que despertaron una gran curiosidad entre el numeroso público que se acercó a ver el montaje, que les acompañó sin dudarlo sumándose al ‘rebaño’.
Los transhumanos fueron seis personajes que en principio parecían ejecutivos, ya que iban ataviados con traje y corbata, y portaban un maletín, pero al mismo tiempo cada uno de ellos llevaba un cencerro colgando, conformando un rebaño que, tal y como ocurre en la trashumancia real, fue poco a poco guiado por un pastor tradicional del mundo rural, que les iba reorientando cuando se salían del trayecto marcado o se daban la vuelta.
El espectáculo comenzó en la Plazuela del Conde, siendo guiado el rebaño por su pastor a través de la calle Madrid hasta la Plaza Mayor. Además de en el lugar de arranque, el rebaño hizo más ‘paradas’ dentro de su trashumancia, por ejemplo en el centro de la calle Madrid o en las dos partes del ágora mirobrigense. Aunque en líneas generales el rebaño siguió las indicaciones de su pastor, hubo transhumanos descarriados, que se llegaron a meter en tiendas de la calle Madrid.
En la parada en la Plazuela del Conde y en la Plaza Mayor, algunos de los personajes lanzaron mensajes a modo de reflexión (la cita en Ciudad Rodrigo era el estreno en castellano del montaje). Con este espectáculo titulado exactamente Trans(h)umância, se quiere poner en contraposición el mundo rural y el mundo urbano, además de señalar que el capitalismo también puede ser entendido como una trashumancia.