Durante la homilía, el protagonista hizo un repaso por su trayectoria vital
El párroco de San Pedro-San Isidoro y El Sagrario de Ciudad Rodrigo, Ángel Martín Carballo, presidente a su vez del Cabildo Catedralicio, celebró en la tarde del sábado, con una Misa de Acción de Gracias, los 50 años que se cumplían justamente este 6 de agosto de su ordenación sacerdotal. La Misa tuvo lugar en la Iglesia de San Pedro-San Isidoro, que se quedó pequeña (unos cuantos asistentes tuvieron que permanecer de pie), bromeando el propio Ángel Martín Carballo que “no es lo habitual que haya tanta gente los sábados; y eso que hay muchos que seguro que están alabando al Señor desde el río”.
Entre los asistentes, hubo numerosos residentes en Ciudad Rodrigo, pertenecientes en su mayoría a las dos parroquias de las que se encarga Ángel Martín Carballo, pero también acudieron bastantes forasteros, incluidos familiares del protagonista de la celebración, quién mencionó al inicio que no sólo estaban agradeciendo al Señor los 50 años que se cumplían de su ordenación, sino que también estaban “pidiendo vocaciones”.
La parte más emotiva de esta Misa de Acción de Gracias fue la homilía, llena de recuerdos personales, empezando por la mención a sus padres (hubo una fotografía de ellos que fue acercada al altar en el momento de las ofrendas), quienes le tuvieron en el año 1947. Como Ángel Martín Carballo recordó, “8 días después” le bautizaron en su pueblo, “y allí fui creciendo en la fe” con catequistas y sacerdotes. Con 11 años, fue enviado al Seminario Diocesano San Cayetano, donde permaneció 13 años. De esta etapa recordó que empezaron 48 jóvenes, pero sólo 2 llegaron a convertirse en sacerdotes, y curiosamente, el que llegó a serlo junto a él se acabó secularizando.
Como decíamos al principio, Ángel Martín Carballo fue ordenado sacerdote el 6 de agosto de 1972 en El Sahugo, justo en la víspera de la fiesta de San Cayetano (patrón de la localidad), por el Obispo Demetrio Mansilla, de quién evocó cuando le echaba la bronca por no llevar sotana. Demetrio Mansilla le envió a estudiar Magisterio, época de la que relató como curiosidad que llegó a confesar en el 600 de su hermano a jóvenes que estudiaban esas enseñanzas.
Cursando Magisterio, fue enviado a la Parroquia de El Puente de Ciudad Rodrigo, donde estuvo 9 años, de los que guarda muchos recuerdos (bromeó con que “dicen que la primera novia no se olvida”). En lo que respecta a su vertiente de enseñanza, estuvo 18 años como profesor en el Colegio San José, y posteriormente en el Seminario Diocesano, compatibilizándolo con su labor sacerdotal, dentro de la cual fue nombrado en 1991 párroco de El Sagrario, en principio para 6 años, pero ahí continúa, lo que ha hecho que supere las estancias de históricos párrocos como Don Eladio.
Ángel Martín Carballo explicó que cuando se hizo sacerdote “sabía que iba a compartir alegrías y penas”, y en esos apartados, comentó que ha oficiado más de 600 bodas (con el récord en 2006 –al estar la Catedral ocupada con Las Edades del Hombre- de 48 enlaces en verano, con varias cada fin de semana) y más de 700 entierros. Mientras tanto, lleva ya 18 años compatibilizando El Sagrario con San Pedro-San Isidoro, escenario de la Misa de Acción de Gracias ya que es ahí donde celebra la misa los sábados por la tarde dentro de la rotación entre ambos templos.
Durante su homilía, Ángel Martín Carballo explicó que en estos 50 años como sacerdote ha coincidido con 7 Obispos de Ciudad Rodrigo y 7 alcaldes de Ciudad Rodrigo (el actual, Marcos Iglesias, estuvo entre los asistentes). Respecto a los prelados, desveló que a lo largo del sábado se habían puesto en contacto con él para felicitarle hasta 4: Atilano Rodríguez, Raúl Berzosa, Jesús García Burillo, y el actual, José Luis Retana. Ángel Martín Carballo aclaró que ninguno estaba en esa cita porque “sino nos quitan el protagonismo”, explicando que en su momento ya celebraron con José Luis Retana las Bodas de Oro y Plata Sacerdotales.
En su intervención, Ángel Martín Carballo también mencionó el infarto que sufrió hace casi seis años (en ese momento se emocionó, recibiendo una larga ovación), que le tuvo siete meses convaleciente, en los cuales “sentí la cercanía de todos vosotros”. Asimismo, les dijo a los asistentes que “os quiero mucho”, dándoles las gracias “porque sois cercanos, y uno se siente aquí a gusto”, apuntando que “nos seguiremos viendo mientras Dios quiera”. Por último, lamentó no poder invitar a todos a cenar, algo que se marchaba a hacer con su familia, de la cual tres sobrinos-nietos participaron en la Misa leyendo las peticiones.
Junto a Ángel Martín Carballo, estuvieron en el altar tres sacerdotes más: Fernando Días-Bailón, quién tomó la palabra para darle las gracias al protagonista de la tarde, de quién “he recibido muchas cosas”; Carlos López Miguel, con quién compartió estancia en el Seminario Mayor; y su tío, José Manuel Carballo, que lucía “escalabrado”, después de caerse en la jornada del viernes oficiando un funeral en El Sahugo (el próximo sábado cumplirá 92 años).
La celebración de la tarde sabatina se cerró con una sorpresa: la entrega de una placa de homenaje por parte de la Parroquia de San Pedro-San Isidoro a Ángel Martín Carballo. Al salir del templo, tal y como estaba previsto, todos los fieles recibieron un recordatorio, en el cual lucía una fotografía de Ángel Martín Carballo junto a imágenes de los tres templos que tiene a su cargo (las Iglesias de Cerralbo y San Pedro-San Isidoro, y la Catedral). Asimismo, en ese recordatorio figuraba una fase de la Carta a los Efesios, que según explicó también empleó en su Ordenación Sacerdotal hace justo medio siglo.