Miércoles, 24 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Siempre cruenta, nunca cruel
X
Calle de la Fe s/n

Siempre cruenta, nunca cruel

Actualizado 29/07/2022 15:07
Tomás González Blázquez

Mi animal favorito es el toro, pero me gustan más en el campo que en la plaza.

Con su desparpajo habitual ante propios y extraños, mi hijo Tomás se dirigía a la madre de otro niño, algo mayor que él, cuando buscábamos la sombra el pasado domingo antes de comenzar la visita teatralizada a La Glorieta incluida en el programa turístico “Salamanca dorada, azul y verde”.

Podía intuirse que, con el tiempo, se manifestara su afición, sobre todo por razones maternas aunque no sólo, pero el hecho es que llegó pronto sin esperarlo y lo hizo de esa manera en que los más pequeños saben expresar lo que les toca muy dentro. Su debilidad es clara, el toro, y con naturalidad lo prefiere en el campo y lo admite en la plaza. Seguramente por eso callaba, una rareza en él, cuando descubrimos la oscuridad de los chiqueros durante la interesantísima visita a esos rincones secretos de nuestro coso, que el 11 de septiembre cumplirá ya ciento veintinueve años. Todo un acierto haberlo incluido en la oferta de lugares de la ciudad que se muestran a salmantinos y visitantes.

En Salamanca la fiesta de toros no sufre el señalamiento y boicot al que es sometida, con frecuencia, por determinados gestores de lo público que intentan aprovechar su circunstancial estancia en los puestos de responsabilidad. Ante los toros, protegidos por ley como bien cultural pero excluidos de toda programación cuando no atosigados en busca de su inviabilidad por algunas fuerzas políticas, es fácil percibir cómo la polarización imperante puede llegar a atravesar una fiesta tan popular y tan plural, en la que hombres y mujeres, creyentes y ateos, españoles de ambas orillas y franceses, privilegiados y olvidados, comparten entusiasmo. Si en un tiempo algunos intelectuales arremetían contra una fiesta en la que otros intelectuales, que no lo eran menos que ellos, hallaban inspiración y verdad, hoy el ataque más organizado se lanza desde algunas siglas de la izquierda, en las que el animalismo ha cuajado como una más de esas causas identitarias que tanto abundan y cuyos militantes taurinos sobrellevarán a duras penas. Quedarán animalistas coherentes hasta los tuétanos, no lo discuto, aunque sí pueda discutir su planteamiento moral, pero hacer bandera del bienestar animal en un país, como España, donde la vida humana no está protegida, da para pensar mucho.

Los que observamos a distancia el fenómeno, porque nos dejamos caer de guindas a brevas por una plaza (así, es verdad, no sostenemos la fiesta), tampoco ignoramos que existe un peligro aún mayor que un alcalde furibundamente antitaurino: las divisiones internas, la pérdida de autenticidad, la mercantilización que pervierte los toros como ha hecho con tantas otras realidades. También nosotros, los simpatizantes pero relativamente alejados, porque no somos público habitual ni siquiera frecuente, percibimos que la fiesta necesita soltar lastre y recuperar sus esencias, esas tan profundas que pueden hacer calar la grandeza del toro de lidia en un niño de siete años que dice, y repite, que quiere ser ganadero.

Él los prefiere en la dehesa y los imagina en el campo, pero también asumía que estábamos en el sitio de los toros cuando nos mostraron los corrales de La Glorieta, allí donde la fe y la ciencia se dan la mano, pared con pared capilla y enfermería, donde se enfrentan la gloria de la puerta grande y la miseria de la oportunidad perdida, la fragilidad de la vida y la proximidad de la muerte. Una fiesta siempre cruenta, sí, pero nunca cruel.

En la fotografía, propia, Marina y Sancho, nuestros guías, luchan y a la vez crean sobre el albero.

Nota: quizá alguno echó de menos el 23 de julio esta columna en su rutina sabatina; fue porque los duendes que no faltan en ninguna redacción la llevaron a la sección de Opinión del jueves 21 de julio. La enlazo aquí de nuevo: De las musas (y las musarañas) al teatro.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.