Tras el pregón, la velada del viernes fue animada musicalmente por el grupo Rumbo Stres
Con muy buen ambiente (y una excelente meteorología), la Asociación de Vecinos del Barrio Nuevo de Ciudad Rodrigo arrancó en la noche del viernes sus fiestas vecinales, que tienen como cita más llamativa la suelta de vacas de la tarde sabatina, pero que cuentan con un completo programa, que fue abierto con el pregón de un vecino de toda la vida, José Alberto Martín Zamarreño ‘Teto’, que creció con el barrio como él mismo explicó en su intervención.
José Alberto Martín Zamarreño fue presentado por otro histórico vecino, Joaquín Chanca, quién fue el pregonero en las últimas fiestas que había podido celebrar el Barrio Nuevo, en el año 2019. En esa presentación, bromeó con que el año que viene van a tener novillos en las fiestas en vez de vacas “con lo que vamos a recaudar” con las novedades que tienen: unos ‘toros’ y unos hinchables repartidos por las pistas deportivas, donde también hay montada una barra de bar.
Mostrando su “honor por presentar a un amigo”, Joaquín Chanca dio paso a José Alberto Martín Zamarreño, quién explicó el temor inicial que tuvo a pregonar las fiestas, pero, “si el alcalde de Madrid pregonó en Ciudad Rodrigo, cómo no lo voy a poder a hacer yo en mi barrio”. El pregonero dedicó su intervención a contar una historia, “nuestra historia”, la de aquellos que crecieron con el propio Barrio Nuevo.
Como punto de partida, mencionó las Eras sobre las que se construyó el barrio, empezando por el Colegio El Puente aprovechando el ‘baby boom’, que dio paso a la edificación del Barrio Nuevo, “90 viviendas de protección oficial con cochera individual”, cuyas llaves fueron recogidas por sus progenitores, momento en el cual “una horda de niños se apoderaron del barrio”.
A partir de ahí, el pregonero recordó las vivencias de toda la generación que creció con el propio barrio, de una forma bastante peculiar: pidiendo perdón por todas aquellas trastadas que hicieron en su día, invitando a los asistentes al pregón a que se sumasen a ello diciendo la frase por excelencia para estos casos de ‘Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir’.
Con este original formato, José Alberto Martín Zamarreño evocó numerosos momentos y a los adultos con quienes los protagonizaron de un modo u otro, llegando a mencionar posteriormente que “40 años es mucho tiempo y hay demasiadas ausencias” en el momento actual, “demasiadas casas y pisos cerrados”. Por ello, quiso invitar a todos a que durante estos días de fiestas cierren los ojos e imaginen a aquellos que no están, para “hacerles inmortales y partícipes”, y así “donde estén nos mirarán con orgullo”.
Como “final de la historia”, se detuvo en el momento actual, en las fiestas de las que disfruta ahora el barrio, dándoles las gracias tanto a la Asociación de Vecinos como a los Amigos de la Vaca “por echarle huevos” para ponerlas en marcha. Recordando los “años difíciles que hemos pasado por la pandemia”, deseó que sean “las mejores fiestas que ha vivido nuestro barrio”, esperando que se vivan a tope, “con el único límite del respeto” a los demás. Tras unas palabras de Serrat, incidió en desear “felices fiestas”, subrayando que “somos del Puente y no lo negamos”.
El pregonero recibió un obsequio de manos de la presidenta de la Asociación de Vecinos, dando paso a continuación sobre el escenario al grupo Rumba Stres, que con su música animó la velada del viernes en el Barrio Nuevo. Este sábado, la secuencia se abrirá a las 17.30 horas también con música, en este caso de la mano de la Charanga Manliao, que calentará el ambiente de cara a la suelta de vacas por las calles del barrio, que comenzará a las 20.00 horas. Para la velada sabatina se contará con la Orquesta Seven desde las 23.00 horas.