La obra estaba prevista que se realizar durante el mes de junio pero tuvo que ser aplazada hasta este pasado domingo.
En el maravilloso entorno de Candelario, pueblo tan querido y conocido por todos los salmantinos, cuyo conjunto histórico-artístico forma parte de nuestro Patrimonio, tuvo lugar la representación teatral “Buscando a Nebrija” con el precioso decorado de fondo del retablo mayor de la iglesia de la Asunción. Esta obra teatral sobre el gran humanista español Elio Antonio de Nebrija desborda energía, vida y autenticidad, mostrando al personaje en su contexto histórico y que, gracias a sus logros, perdura a lo largo del tiempo.
La escenografía es impecable como lo es el vestuario y la música en directo con las canciones de la época que sobrecogen desde el primer momento del montaje, a la vez que trasladan al público a un tiempo, el de los Reyes Católicos, donde Nebrija rompió moldes de comportamiento y conocimiento para hacer valer su talento, cualidades y sabiduría. Defensor de la libertad de expresión, contribuyó igualmente en la incorporación de la mujer en el mundo de la cultura, relegada en aquel tiempo a las nobles y religiosas. Su hija Francisca fue la fiel seguidora del amor a las letras del que gozaba su padre; mujer amante de la lectura y los libros quiso pertenecer, ya entonces, al pequeño grupo de las mujeres doctas.
Con un texto cuidado y bien estructurado, su guionista y director Denis Rafter consigue descubrirnos al personaje y todo lo que le rodea, dejando claro quien fue para su tiempo y en la posteridad. La bella iglesia de Candelario con su artesonado mudéjar y su altar barroco han hecho que el ambiente creado envolviera a actores y espectadores en una especie de magia, donde los que se acercaron a Candelario, en la tarde del domingo, compartieran con los candelarienses emociones, sentimientos y aplausos con los que agradecían la gran puesta en escena de Lazarillo de Tormes con “Buscando a Nebrija” y al Área de Cultura de la Diputación Provincial por propiciar este montaje.