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"Se ha creado un clima de impunidad y de normalización de ciertas cosas que son agresión sexual"
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Alarma por las agresiones sexuales

"Se ha creado un clima de impunidad y de normalización de ciertas cosas que son agresión sexual"

Actualizado 28/06/2022 08:20
Rosa M. García

El Movimiento Feminista de Salamanca denuncia el incremento de las violencias sexuales en la noche salmantina por medio de sumisión química y el temor de las víctimas a denunciar

La violencia machista tiene muchas formas; una de ellas es la agresión sexual, también ejercida de diversas maneras y que, lejos de descender, está aumentando de una manera considerable. Una violencia sexual que está creando alarma en Salamanca y en concreto en el ocio nocturno: los violadores, que pueden ser parejas, amigos, conocidos o desconocidos, utilizan sustancias tóxicas para anular la voluntad de la víctima.

Las víctimas no saben qué les ha pasado en las últimas horas, desconocen cómo han llegado a ciertos lugares, porqué su ropa está alterada, tienen marcas en el cuerpo o molestias… No tienen recuerdos o tienen flashes y se sienten confusas.

“Nos empezaron a llegar testimonios de diferentes chicas contándonos que han sufrido una agresión sexual durante la noche salmantina, con todo este tema, desgraciadamente tan en boga, que es la sumisión química; un fenómeno que además no solo se está dando en Salamanca, sino que se está dando en todos los sitios”, apuntan desde el Movimiento Feminista de Salamanca.

El problema es que no denuncian, es complicado”, porque “saben que ha pasado algo, pero como han utilizado algún tipo de sumisión química, no recuerdan bien”. Además “hay mucho temor a la revictimización, a todo el tema de que te pregunten qué estabas haciendo a esas horas, con quién estabas, si habías bebido”, etc. A esto se le añade, comentan desde el Movimiento Feminista, que “muchas son chicas jóvenes, incluso muy jóvenes” y “algunas no son de aquí, son estudiantes de fuera, que no tienen arraigo familiar aquí para, que al llegar a casa, tengan una familia que les apoye, por lo que da aún da más miedo denunciar este tipo de casos”.

Desde hace unos años ya se está viendo este incremento de la violencia sexual, “pero la sensación que tenemos a raíz de los testimonios que nos han llegado es que es mucho más habitual ahora, se están dando mucho más”.

Estas formas de agresión “ya han pasado hace años, pero no de esta forma tan constante, con esa sensación de que está pasando mucho”. Sin embargo, al no haber denuncia “es mucho más difícil saber los datos, pero te acaban contando a mí me pasó, le pasó a una amiga…”.

No solo este tipo de agresión por sumisión química no se denuncia, ocurre en todo tipo de violencias sexuales, aunque en su conjunto se ha incrementado ligeramente. Según los últimos datos, “solamente el 11% de los delitos sexuales se denuncia, es muy poco”. Demuestran hasta qué punto la violencia sexual sigue estigmatizando a las mujeres. Y en el caso de la sumisión química es más complicado aún, porque “operan muchas cosas: la impunidad de la noche, el no saber quién es el agresor, el no estar como cien por cien segura de que te van a hacer caso, el que te van a culpabilizar por lo qué hacías, cómo ibas vestida… al final se crea un clima que dificulta muchísimo que alguien dé el paso de la denuncia”.

Hay mucho miedo a que te cuestionen, pero “eres una víctima que has sido agredida y realmente lo que deberías tener es todo el apoyo social”, porque “nunca es culpa de la víctima”, pero “este tipo de procesos es muy difícil”.

Parece que en los últimos años se ha dado un paso atrás en la violencia machista y, por tanto, en este tipo de agresiones- “Está aumentando mucho, es la sensación que tenemos cuando hablamos con la gente; con los datos que tenemos está claro que está habiendo un aumento de agresiones sexuales”.

Los motivos pueden ser muchos. Desde el Movimiento Feminista tienen claro que “se ha creado un clima de impunidad al respecto y de normalización de ciertas cosas que sabemos que son agresión sexual”. En ese sentido, ponen como ejemplo, que “se piensan que cuando una chica está en un bar a cierta hora y se ha tomado un par de cervezas, prácticamente puedes hacer con ella lo que quieras; y eso no es así, si no hay consentimiento, es violación, y en cualquier momento que anule el consentimiento, es violación”.

El clima de acoso sexual permanente sobre la mujeres en la noche de Salamanca aumenta, en los bares de ocio nocturno "se ha normalizado que los depredadores molesten, acosen y abusen de las mujeres mientras bailan, hablan con sus amigas o mientras se quedan solas para beber una copa; es decir, mientras quieren tener una vida libre y con derechos. Y si los agresores quieren drogar a sus víctimas, lo tienen fácil. La noche salmantina no es segura para las mujeres".

Parece que “en cierto sentido estamos dando un paso atrás, que se están cuestionando todos estos avances en igualdad de género que veíamos consolidados”.

En estas agresiones no solo hay que culpabilizar a los jóvenes, porque “al final es el conjunto de la sociedad, esto es solo un síntoma más, uno de los más graves de toda esta cultura de violencia hacia las mujeres en la que vivimos”. Es decir, la invisibilización y minimización de la violencia sexual y la impunidad social que aún existe frente a ella, lo que dificulta el conocimiento de la mayoría de las agresiones por ese temor de ls víctima a denunciar,