Los caballistas corrigieron los errores del primer día y lograron llevar casi todas las reses de un primer intento a los corrales de la plaza
La jornada dominical comenzó en Navasfrías con un grave percance acecido a en los primeros minutos de la salida del sol en la que dos personas resultaron heridas tras ser atropelladas por un individuo que conducía un vehículo por el centro de la localidad.
EL mal sabor de boca que dejó el día anterior el espectáculo estrella como es el encierro a caballo, junto al suceso de la mañana, tenía fríos a los navasfríeños, y no solamente por las bajas temperaturas de la noche y primera hora de la mañana.
La cosa cambió cuando Francis Cuesta y su equipo, organizadores del encierro a caballo, corrigieron los errores del día anterior y consiguieron encauzar a buena parte de las vacas junto a los bueyes en un solo bloque desde la salida del pardo de la herradura hasta la plaza de toros. Fue entonces cuando los ánimos del numeroso público asistente comenzaron a entrar en calor.
No obstante, la dificultad que tiene de sacar con éxito este encierro por la forma de estar estructurado (saliendo a la carrera el ganado del corral) el trabajo de campo no se llevó a cabo con un éxito total, sino que dos de las bravas de Montalvo se quedaron fuera de la manada, lo que hizo repetir las mismas carreras del día anterior, intentando los jinetes llevar de una en una las cornúpetas ‘celándolas’ con el caballo y la garrocha.
La buena actuación de unos de los garrochistas, dio rápidamente sus frutos consiguiendo sacar a una res del prado.
En cambio, con otra de las vaquillas, no ocurrió lo mismo, teniendo que desistir del trabajo tras varias carreras por el prado y dejarla en el lugar de salida.
Esta situación de las dos vaquillas rezagadas, hizo que el público se divirtiese con el espectáculo más de cuarenta minutos desde que entraran las primeras vacas; los aficionados a este tipo de espectáculos también les gusta que algún animal se quede rezagado para alagar el tiempo y ver las distintas técnicas del trabajo de campo de los caballistas.
Ya por la tarde, una capea al estilo tradicional en la plaza de toros puso el broche final a las fiestas de San Juan 22.