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Cinco preguntas, y respuestas, sobre la viruela del mono
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Cinco preguntas, y respuestas, sobre la viruela del mono

Actualizado 27/05/2022 19:20
Redacción

Su riesgo de transmisión es bajo, y los casos detectados hasta ahora presentan cuadros leves, si bien el protocolo establece que se deben aislar

Las autoridades sanitarias hacen un llamamiento a la tranquilidad ante los casos de viruela del mono que se están detectando en nuestro país en las últimas semanas. Tras una pandemia parece lógico que la aparición ahora de casos de esta enfermedad genere cierta incertidumbre, sin embargo, hay que recordar que su riesgo de transmisión es bajo y los casos están siendo leves, es decir, su capacidad de transmisión y su letalidad están muy alejadas de la COVID-19.

No obstante, conviene conocer cuáles son los síntomas que nos pueden alertar de la presencia de esta enfermedad, cómo se transmite y qué es lo que debemos hacer si nos contagiamos.

¿Qué es la viruela del mono?

La viruela de los monos es una 'zoonosis', es decir, una infección que se transmite a humanos desde animales, sea directamente o mediante vectores, aunque a partir de una primera persona infectada también puede producirse transmisión secundaria a otras personas.

¿Cómo se transmite?

Según la Organización Mundial de la Salud, originalmente la infección se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados.

La transmisión de persona a persona (transmisión secundaria) se produce por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias (por gotículas respiratorias, generalmente tras un contacto estrecho cara a cara) o con las lesiones cutáneas de una persona infectada.

También podría transmitirse al entrar en contacto con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión.

¿Cuáles son sus síntomas?

El periodo de incubación de la viruela de los monos, es decir, el intervalo entre el momento en que se produce la infección y la aparición de los síntomas, suele ser de 6 a 16 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días.

El periodo inicial (entre los días 0 y 5) se caracteriza por fiebre, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor lumbar, dolores musculares y cansancio. Por su parte, en el periodo de erupción cutánea (entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre) aparecen las distintas fases de un exantema cutáneo, que va desde lesiones planas a vesículas, pústulas y costras que acaban desapareciendo. Este exantema por lo general afecta primero al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo, sobre todo palmas de las manos y las plantas de los pies.

Los síntomas de la viruela del mono suelen desaparecen al cabo de dos o tres semanas.

¿Es peligrosa la viruela del mono?

Es una infección de baja mortalidad en países desarrollados. Hasta la fecha, todos las personas afectadas en España han presentado un cuadro leve. En los países africanos en los que es endémica, los casos graves se producen con mayor frecuencia entre los niños, grupo de población que por el momento no se ha visto afectado en Europa.

¿Qué hacer en caso de contagio?

Este es el protocolo establecido por el Ministerio de Sanidad en caso de contagio:

  • Mantenerse en una habitación o área separada de otros convivientes hasta que todas las lesiones hayan desaparecido, especialmente si presentan lesiones extensas o con secreciones o síntomas respiratorios.
  • Evitar el contacto físico y las relaciones sexuales hasta que las lesiones hayan desaparecido.
  • Se recomienda que las lesiones estén cubiertas.
  • Usar mascarilla quirúrgica, especialmente en aquellos que presenten síntomas respiratorios. Si esto no fuese factible se recomienda que el resto de convivientes lleve mascarilla.
  • No abandonar el domicilio, excepto cuando necesite atención médica de seguimiento. En este caso el enfermo deberá llevar momento mascarilla y no usar el transporte público.
  • Las personas convivientes deben evitar en lo posible el contacto y limitar las visitas a las imprescindibles.
  • Debe mantenerse una adecuada higiene de manos después del contacto con personas infectadas (lavarse las manos con agua y jabón o usar un desinfectante para manos a base de alcohol).
  • Evitarse el contacto con animales silvestres o domésticos, por lo cual las mascotas deben ser excluidas del entorno de la persona infectada.