Han plantado un total de 65 ejemplares de fresno, manzano, cerezo, almendro, ciruelo y nogal junto al parque infantil y la pasarela
El Ayuntamiento de Santa Marta ha dado cumplimiento a una de las peticiones que propusieron los niños de Ciudad Amiga de la Infancia en el último pleno: contribuir a la reforestación del municipio, algo que han hecho en el Paseo Fluvial de La Fontana.
En concreto, los más pequeños de Santa Marta han plantado un total de 65 ejemplares de fresno, manzano, cerezo, almendro, ciruelo y nogal junto al parque infantil y la pasarela del Paseo Fluvial. Una reforestación en la que estuvieron acompañados por la concejal de Medio Ambiente, Marta Labrador, y la concejal de Infancia, Esther Casado.
Con esta iniciativa se da continuidad a un proyecto medioambiental de más envergadura por el que se han plantado un total de 754 ejemplares en distintos puntos del municipio. En concreto se han plantado 78 cipreses en la avenida de la Serna y otros 63 árboles en los parques y alcorques vacíos dispersos por Santa Marta entre tilos, liquidámbar, castaños de indias, cipreses, cedros, japónicas, plátanos, magnolios, ciruelos rojos y palmeras.
Además, los niños santamartinos han contribuido en gran medida a esta reforestación ya que también han colaborado en la plantación de los 527 fresnos de la Isla del Soto a través de los colegios, donde también se ha procedido a plantar 22 plátanos, abetos, almendros, manzanos, ciruelos y cerezos.
“Se han plantado árboles en muchos puntos como Félix Rodríguez de la Fuente, los jardines de Zurbarán, el Paseo del Mirador o en el Camino del Monte y además se van a plantar 13 palmeras en la avenida. No hay que olvidar que Santa Marta, según la Junta y al menos hace dos años, es el municipio de Castilla y León con más zonas verdes por habitante y queremos seguir en esta línea, no por esta clasificación, sino por los beneficios que suponen estas zonas en el ámbito medioambiental y de ocio de naturaleza para los vecinos”, explicó Marta Labrador, concejal de Medio Ambiente.
Por su parte, Esther Casado, resaltó la gran implicación de los niños en estas reforestaciones, lo que supone para ellos un contacto directo con la naturaleza, y un refuerzo práctico en la educación medioambiental que ya reciben.