También se ha hecho entrega a Cruz Roja del resultado de su “Operación Bocata solidario” en favor de Ucrania
Solo la pandemia ha logrado interrumpir el compromiso del instituto del populoso barrio de Garrido con la ONG “Save the Children”. Quince años lleva el IES “Mateo Hernández” corriendo en beneficio de la organización que, este año, destina la recaudación para paliar el hambre en el Cuerno de África. Y son los alumnos, concienciados e informados, quienes corren junto al resto de los miembros de la comunidad educativa, para conseguir, vuelta tras vuelta, el dinero de sus patrocinadores, familia, amigos e incluso sus propios docentes, que participan también con ello además de organizar esta Carrera Solidaria.
Ya son quince años y hay alegría, algunos corredores que se entregan porque se dedican al atletismo o a otros deportes, e incluso, quienes se lo toman como un paseo. Toda una jornada festiva, calor y color para celebrar la solidaridad, signo de identidad de un instituto cuyos alumnos vienen de todas partes del mundo y participan con ánimo a pesar de los próximos exámenes y del cansancio de las altas temperaturas. Una carrera solidaria que terminará, en el tiempo del recreo, con otra iniciativa igual de entregada.
El IES Mateo Hernández, con la inestimable ayuda, tanto práctica como económica del AMPA del centro, ha aprovechado la ocasión para celebrar una jornada de bocadillo solidario, esta vez en beneficio de aquellos que sufren la guerra en Ucrania. Durante días, alumnos y profesores han vendido papeletas, hecho listas y después, convertido la biblioteca en una eficiente cadena de montaje para hacer casi cuatrocientos bocadillos que se entregaron en el exterior del edificio en presencia del Presidente de La Cruz Roja Española en Salamanca, Jesús Juanes Galindo, y de dos de las educadoras que colaboran estrechamente con el instituto. Un acto muy sencillo en el que Jesús Juanes agradeció calurosamente el esfuerzo del instituto y habló directamente a los alumnos explicándoles que este dinero, llevado directamente a Ucrania, paliaría las necesidades de quienes sufren la guerra. Chicos y chicas como nuestros alumnos que han visto detenida su vida por la violencia y la sinrazón.
Flores amarillas, trabajo compartido, hambre tras la carrera, muchos nervios por una tarea que gracias a los departamentos de convivencia, orientación, extraescolares y el esfuerzo y apoyo de todo el centro, salió magníficamente… y no fueron pocos los que se cambiaron de ropa tras la carrera para ponerse a repartir bocadillos a los compañeros. Un esfuerzo que demuestra lo que podemos hacer cuando verdaderamente sabemos y sentimos para qué hacemos las cosas.
Caracterizado por su enorme sentido social, su capacidad de solidaridad, su deseo de cambio y su naturaleza diversa, plural y animosa… el IES Mateo Hernández vuelve a correr y a entregarse, un espacio educativo donde el cambio se vive día a día y no solo en las ocasiones conmemorativas. Un centro del que sentirse, sencillamente, muy orgullosos, corriendo, trabajando, haciendo futuro.