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8 de mayo, Día Mundial de la Cruz Roja
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LA OPINIÓN DE ÁNGEL AGUDO

8 de mayo, Día Mundial de la Cruz Roja

Actualizado 08/05/2022 17:02

Con motivo del Día Mundial de la entidad, Ángel Agudo repasa la historia de la entidad

En todo el mundo, cada 8 de Mayo se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja: la red humanitaria más grande y más antigua del Planeta. El objetivo fundamental día no es otro, que reconocer la encomiable labor de Voluntarios y Voluntarias, así como la del personal laboral de Cruz roja, que todos los días salvan vida y ayudan a los más necesitados.

La explicación de por qué se decidió elegir este día, hay que buscarla hace 157 años, cuando Henri Dunant llevó a cabo la fundación de Cruz Roja el día 17 de Febrero de 1863. No obstante, en su honor se decidió elegir la fecha de su nacimiento el 8 de Mayo de 1828 en Ginebra, para celebrar el Día Mundial de la Cruz Roja.

Henri Dunant, fue un empresario suizo, con marcada vocación solidaria, dado que desde su infancia sus padres le inculcaron los valores de la camaradería y la solidaridad. A la edad de 18 años, fundó en Ginebra la “Asociación del Jueves”, en la que un grupo de jóvenes se reunía para ayudar a los pobres y visitar a los presos en prisión.

Su vida cambió radicalmente en 1853, viajando por Argelia, Túnez y Sicilia, por motivos profesionales, en el que escribió su primer libro y fundó una compañía de cultivo y comercio del maíz en Argelia y debido a problemas con la concesión de tierras, Henri le pidió al Emperador Francés Napoleón III, que intercedieran, motivo que le obligó a trasladarse hasta Solferino, pequeño pueblo italiano donde estaba instalado todo el Ejército del Emperador francés.

Dunant llegó a este pueblo italiano el día 24 de Junio de 1859, fecha en la que se llevó a cabo la Batalla de Solferino, un sangriento combate ente el ejército austriaco y el francés, que finalizó con la cifra de más de 6000 muertos y de 40.000 herido, espectáculo dantesco que pudo contemplar según viajaba en tren a lo largo del campo de batalla, ante lo cual consiguió que el tren se detuviera y enarbolando un pañuelo blanco a modo de bandera, en señal de tregua y paz comenzó a intentar ayudar a los soldados de uno y otro bando.

Ante la inmensidad de aquella tragedia, Dunant se trasladó a la cercana ciudad de Solferino y pidió a sus habitantes que colaboraran en la ayuda a las víctimas de la batalla, trasladando a los heridos hasta el pueblo y organizando hospitales de campaña, en domicilio, estancias y fundamentalmente en la iglesia de la localidad, ante la casi inexistencia de servicios sanitarios de ambos ejércitos, labor en la que estuvieron durante tres días y tres noches y allí comenzó el germen de lo que después sería la propia Cruz Roja.

Dunant testigo de la agonía y el sufrimiento de los heridos abandonados en el campo de batalla, se sintió motivado para crear una organización de ayuda a los heridos, que más tarde se llamaría COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA.

A su regreso a Suiza, escribió el libro Un recuerdo de Solferino donde relata los horrores vividos en esa experiencia, en el que plantea la necesidad de crear una organización neutral, que proporcionase cuidados a los heridos y que el Estado creara un principio internacional que garantizase protección jurídica a los hospitales militares y al personal sanitario. Dos años después de la publicación del libro, se creó y firmó la Convención de Ginebra, que regularía desde entonces el Derecho Internacional Humanitario, cuyo fin es proteger a las víctimas de los conflictos armados, regulando los derechos de las personas en tiempo de guerra y más concretamente el del personal sanitario a ser considerado neutral en tiempo de guerra, con el fin de poder a tener a los heridos en el campo de batalla.

El trabajo de Henri Dunant, fue decisivo en todo el mundo, motivo por el cual fué elegido como primer ganador del Premio Nóbel de la Paz en 1901. El comité organizador del Premio dijo a Dunant: "No hay hombre alguno que merezca más este honor, pues fue Usted hace cuarenta años, quien puso en marcha la organización internacional para el socorro de los heridos en el campo de batalla. Sin Usted la Cruz Roja, el supremo logro humanitario del Siglo XIX probablemente nunca se hubiera obtenido”.

Henry Dunant, falleció el 30 de Octubre de 1910, a los 82 años de edad, siendo enterrado en Suiza. En su memoria Cruz Roja entrega la Medalla Henri Dunant la máxima condecoración ofrecida por este organismo humanitario.

Actualmente La Cruz Roja Internacional, es un movimiento compuesto por cien millones de miembros, entre Voluntarios y simpatizantes, distribuidos entre 190 sociedades nacionales, conformando la red humanitaria más grande del mundo, fundada en los Convenios de Ginebra de 1949 y alguno de los eventos más importantes en los que actúa son:

Desastres naturales: búsqueda y rescate de personas, atención hospitalaria, abastecimiento de agua y alojamiento de personas necesitadas.

Preparación para desastres: recolección de ropa, juguetes, medicamentos y alimentos, primeros auxilios a y donaciones voluntarias.

Mejora de los servicios de salud: donación de sangres, servicios de ambulancia, servicios médicos y psicológicos.

Promoción de los Principios Fundamentales: Humanidad, Imparcialidad Neutralidad, Independencia, Voluntariado, Unidad y Universalidad.

Plan Cruz Roja Responde frente al Covid 19: Se ha apoyado a más de cuatro millones de personas en España y a más de 700 millones en el mundo.

Hablar de Cruz Roja Internacional, es hablar de Derecho Internacional Humanitario, que es el conjunto de normas internacionales que establecen lo que se puede y lo que no puede hacer en un conflicto armado y protege a las personas afectada. Su objetivo es salvar vidas y aliviar el sufrimiento, permitiendo que sea posible además volver a convivir cuando se acabe la guerra, protegiendo además a las personas que no participan o que han dejado de participar en los combates a los civiles, al personal sanitario, periodistas, religiosos y muy particularmente por su especial vulnerabilidad a las mujeres, los niños y niñas o las personas mayores, prohibiendo atacar la población civil, obligando a prestar asistencia a los enfermos y heridos, así como alimentos y agua y prohibiendo matar o herir al adversario que ha depuesto las armas, determinando que los trabajadores sanitarios y sus vehículos y hospitales no deben ser atacados.

Las violaciones de estas normas, pueden constituir crímenes de guerra, cuestión ésta en la que colaboró muy activamente el Centro de Estudios de Derecho Internacional Humanitario de Cruz Roja, para su incorporación al Código Penal Español.

Ángel Agudo

Presidente Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Ciudad Rodrigo