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Los niños llevan sus flores a la Virgen María
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CIUDAD RODRIGO | RELIGIÓN

Los niños llevan sus flores a la Virgen María

Actualizado 30/04/2022 15:54
David Rodriguez

La imagen de la ‘Virgen de los Niños’ fue procesionada por el Claustro de la Catedral de Santa María

Como cada año por estas fechas, niños de todas las parroquias de Ciudad Rodrigo se dieron cita en la mañana del sábado en la Catedral de Santa María para tomar parte en la Ofrenda Floral a la Virgen María promovida por la Delegación de Misiones, que este año ya recuperó la normalidad total (salvo por el uso de mascarillas por parte de los participantes), después de que el año pasado ya se organizase el acto, aunque de una forma diferente para mantener las distancias.

El acto de la Ofrenda de este año comenzó en el Claustro de la Seo, con la procesión por el mismo de la Virgen de los Niños, tras la cual marcharon todos los niños –varios de los cuales portaron velas de colores representando a los cinco continentes- y adultos asistentes. Asimismo, también desfiló el Obispo de la Diócesis José Luis Retana, quién estuvo acompañado sobre el altar por el presidente del Cabildo Catedralicio, Ángel Martín Carballo, y el delegado diocesano de Misiones, José María Rodríguez-Veleiro. Cada uno de los participantes lució un pañuelo de un color diferente de ‘Infancia Misionera’.

Una vez ya en la nave principal de la Catedral, hubo una oración dirigida por el Obispo José Luis Retana, antes de que Ángel Martín Carballo leyese el Evangelio. A continuación, hubo una especie de homilía por parte del Obispo, en la que resaltó que “la Virgen está contenta”. Mientras el coro que animó la celebración interpretaba una nueva canción, tuvo lugar el momento culminante del acto, la ofrenda floral en sí a la Virgen. En este sentido, los asistentes depositaron las flores que habían traído desde casa en el tiesto coincidente con el color de su pañuelo.

El acto continuó con una serie de peticiones leídas por varios niños, y con el canto del Padrenuestro. Como despedida, el Obispo pidió un aplauso para la Virgen y para las madres antes de impartir la bendición final. Según se fueron marchando todos los niños asistentes (así como los adultos que se acercaron) recibieron una piruleta a modo de regalo.