“Nuestro principal objetivo es ofrecer una asistencia de excelencia y calidad a los pacientes”

Pilar Fraile Gómez lleva prácticamente toda su vida profesional ligada al Hospital Universitario de Salamanca. Entre junio de 2002 y 2006 realizó su residencia en él, y al finalizarla comenzó a trabajar, lo que hace que lleve 16 años ejerciendo como facultativo especialista del área de Nefrología y 4 años más formándose en la especialidad que ahora ejerce.

Actualmente, cómo jefa del Servicio de Nefrología su principal objetivo es “ofrecer una asistencia de excelencia y calidad a los pacientes, basada en el mejor conocimiento científico disponible”. Una excelencia que busca el servicio no solo a nivel asistencial, “también a nivel docente, de investigación traslacional, institucional y de gestión clínica”, explica en esta entrevista a SALAMANCA rtv AL DÍA.

Como jefa de este servicio, conoce muy bien la diálisis, una técnica que conocemos de primera mano gracias a sus explicaciones. “La diálisis es una técnica que intenta suplir, aunque sólo lo hace parcialmente, alguna de las funciones de los riñones y, excepto el trasplante, no existe ninguna alternativa para conseguir los mismos fines”, destaca.

Por su parte, la hemodiálisis se basa en el paso de la sangre a través de un “filtro” que actúa de colador sin dejar pasar células ni sustancias grandes. Tal y como explica la doctora Fraile, “esta técnica precisa realizar previamente y con antelación una fístula arterio-venosa en quirófano por parte del cirujano vascular (unión de una arteria y una vena directamente o a través de un tubo por debajo de la piel en el antebrazo o en el codo), o bien con anestesia local colocar un catéter temporal (urgente) o permanente (programado) en una vena de gran calibre en el cuello o en la ingle. Generalmente, precisa de un tiempo de 4 horas y se realiza 3 días por semana, aunque podrá tener una duración y una periodicidad variable. Existe la posibilidad de que se haga hemodiálisis en el domicilio, para lo cual se precisa un aprendizaje previo”.

Por otro lado, la diálisis peritoneal se utiliza para la depuración de la sangre el peritoneo (una membrana que está en el abdomen y que normalmente recubre los intestinos). Esta membrana hace la función de “filtro”. La técnica consiste en introducir un líquido especial en el abdomen que permanece durante un tiempo para que pasen de la sangre al líquido el exceso de agua y de sustancias indeseables. El líquido se renueva periódicamente, 3-4 veces al día en la forma manual (Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria) o de forma automática durante la noche (Diálisis Peritoneal Automática con máquina o cicladora). Previamente y con la suficiente antelación, es necesario colocar en la cavidad peritoneal un tubo flexible, que será realizado con anestesia local en quirófano por parte del cirujano general o nefrólogo”.

¿Qué personas o qué enfermedades necesitan este tratamiento?

Aquellas personas cuya función renal disminuye por debajo del 10-15%. Se trata de pacientes susceptibles a necesitar tratamiento renal sustitutivo mediante hemodiálisis o diálisis peritoneal. Segu?n los datos del Registro O.N.T./S.E.N, las causas ma?s frecuentes de ERC terminal que lleva a la necesidad de Tratamiento Renal Sustitutivo, con frecuencia ma?s de una causa, coexisten y potencian el dan?o renal y son la Nefropati?a diabe?tica, la enfermedad vascular arteriosclero?tica, la nefroangiosclerosis, la nefropati?a isque?mica, la Enfermedad glomerular primaria o secundaria a enfermedad siste?mica, las Nefropati?as conge?nitas y hereditarias, y las nefropati?as intersticiales.

¿Existen riesgos en este tratamiento?

La hemodiálisis, habitualmente suele ser bien tolerada, aunque ocasionalmente pueden aparecer efectos secundarios. Algunos frecuentes, pero poco graves, como náuseas, vómitos, dolor de cabeza, hipotensión, calambres, hematomas o pequeñas pérdidas de sangre por los puntos de punción. Por su parte, la diálisis peritoneal, generalmente tiene una buena tolerancia, aunque también puede haber algunas complicaciones leves como son digestiones pesadas, estreñimiento, dolor de espalda, dolor abdominal a la entrada o salida del líquido o hernias. Complicaciones menos frecuentes, pero más graves de esta técnica son las infecciones del orificio del catéter e infección de la cavidad peritoneal (peritonitis, 1 caso por cada 3.000 intercambios de líquido).

¿Se pueden prevenir los problemas renales?

Existe un desconocimiento de la enfermedad renal crónica y de sus si?ntomas en las fases iniciales, lo que provoca un diagno?stico tardi?o. Esto lleva a una disminución muy importante de la funcio?n de los rin?ones desde el momento en que aparecen los primeros si?ntomas hasta su deteccio?n, con el consiguiente coste en te?rminos de salud y para el sistema sanitario. Recientemente con la celebración del Día Mundial del Riñón se difundieron 8 Reglas de Oro que explican de manera sencilla como prevenir las enfermedades renales:

- Mantenerse en forma y activo

- Mantener un control regular de los niveles de glucosa en sangre

- Monitorear tu presión arterial

- Comer saludablemente y mantener tu peso bajo control

- Mantener una ingesta de líquidos saludables

- No fumar

- No automedicarse

- Checar tu función renal si tienes uno o más factores de alto riesgo