Martes, 30 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Pascua nueva
X

Pascua nueva

Actualizado 21/04/2022 12:32
Juan Robles

Los que somos ya de edad madurita recordamos que de pequeños aprendíamos el catecismo y, en concreto, los Diez Mandamientos de la Ley de Dios y los Cinco Mandamientos de la Iglesia. Entre estos últimos uno señalaba la obligación de “Comulgar por Pascua Florida”. Se hablaba con normalidad de la Pascua Florida. Evidentemente esta expresión era correcta para el hemisferio norte, que es el nuestro, y en el que la Pascua coincide con la primavera. Es más, es precisamente la primera luna de primavera en el hemisferio norte la que marca la fecha de la pascua para todo el mundo.

En todo caso, podemos mantener la nomenclatura de Pascua Florida. Aunque no se trataría propiamente del florecer natural, sino de la flor de pascua espiritual, a partir básicamente del árbol florido, y después cargado del Fruto maduro, que contemplamos los cristianos en la Cruz de Cristo: “¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza! Jamás el bosque dio mejor tributo en hoja, en flor y en fruto. ¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza con un peso tan dulce en su corteza!”. Es el comienzo del himno del Oficio de Lecturas del Viernes Santo.

La Pascua nos muestra el fruto ya maduro del grano de trigo que se sembró en la tierra de la muerte y ha resucitado en una vida nueva, como sabrosa y eficaz comida. Con Cristo se pudrieron en la tierra de la cruz María, la madre de Jesús, María Magdalena y otras mujeres, y también el discípulo que Jesús amaba especialmente: el evangelista Juan.

Pero a lo largo de la historia ha habido otros muchos mártires, maduros por la cruz de Cristo, y cargados de frutos y madurez primaveral. Como diría Tertuliano “la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos”.

La Pascua, la Resurrección, la Vida es fruto de la entrega de amor de Cristo mismo. Pero hay muchos más hombres y mujeres que son fuente de Vida con su entrega martirial o su práctica de amor, que muchas veces aparece precisamente como fruto de pruebas de cruz por las que pasan muchos hombres, mujeres, niños, ancianos, enfermos, y perseguidos.

Estamos contemplando ahora la cantidad de gente generosa que acude a recibir a tantos emigrados huidos de los horrores de la guerra en Ucrania. La experiencia la vimos también en el caso del volcán de La Palma. Y podríamos citar otros muchos casos de generosidad en acontecimientos desastrosos, como ha ocurrido en los dos terremotos de Haití.

La pandemia del cobid-19 nos ha puesto ante los ojos la cantidad de gente que ha salido en auxilio de los mayores, enfermos, niños, en el encierro imprevisto para prever el contagio, y que presentaba la necesidad de comida, medicinas y otras ayudas. Además, por supuesto, de toda la entrega fabulosa de los sanitarios, trasportistas, productores del campo y alimentación. Cantidad de actos de generosidad y amor que muestran la vida y la alegría pascual, aunque sea fuera del tiempo de pascua.

En la recuperación de los encierros de la pandemia, la gente se ha lanzado a salir y encontrarse con los amigos, pero sobre todo con la familia. Y también muchos cristianos han redescubierto el valor de la eucaristía o de actos de oración televisados. Otros vuelven ahora a recuperar la importancia de los encuentros de oración y de las eucaristías en las que reencontrar el valor y la fuerza de la presencia física y de los encuentros vivos con la comunidad de creyentes.

En la pandemia, pero sobre todo con ocasión de la guerra en Ucrania, nos hemos visto en la necesidad de intensificar la oración, los ayunos y penitencias, para recabar de Dios lo que parece imposible para los hombres. El mismo Papa ha reclamado una mayor abundancia y calidad de oraciones. Y también realizó el acto de consagración de Rusia y Ucrania al Corazón de María.

Y para nosotros es muy llamativo el acto público de oración, concretamente de hombres, que rezan de rodillas el rosario ordenadamente en las calles y plazas. Se trata de un grupo de hombres polacos, los hombres del rosario, que ya han hecho algunas sesiones del rosario en Irlanda, y que vendrán a Madrid a manifestarse con su oración pública en los próximos días.

Como indicábamos en nuestro anterior artículo, hay muchas cruces de las personas a lo largo de todo el mundo. Pero la muerte no es el final de la cruz. La cruz nos trae la vida y nos ofrece la otra cara, la de la Pascua Nueva.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.