El cuerpo de la joven fue encontrado el 5 de febrero
La Guardia Civil de Valladolid ha comenzado esta mañana a registrar la vivienda familiar de Óscar S, el vecino de Traspinedo (Valladolid) que en las últimas horas está siendo apuntado como principal sospechoso de la desaparición y muerte de la también lugareña Esther López de la Rosa.
Aunque todo apuntaba a que el registro iba a realizarse en la tarde del viernes, ya que efectivos del Instituto Armado habían acordonado el inmbueble, finalmente la entrada en la casa del investigado ha comenzado esta mañana con presencia del titular de la vivienda pero sin asistencia letrada, dado que las diligencias continúan bajo secreto de sumario.
Una situación idéntica a la que se produjo en su día con el registro efectuado en la casa de Ramón GS, otro vecino de Traspiendo investigado, y cuya diligencia se efectuó sin que estuviera presencia su abogada defensora, según informan a Euopa Pres fuentes del caso.
Además de las llaves de la casa de Óscar S en Traspinedo, al investigado se le han requerido las llaves de la vivienda de su exmujer y de sus dos negocios familiares en Valladolid, una agencia de viajes y una inmobiliaria que, previsiblemente, serán objeto de registro.
El pasado miércoles el citado vecino ya declaró durante casi ocho horas en dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil acompañado de su abogado, donde volvió a mantener lo declarado en anteriores ocasiones, al tiempo que su vehículo, un Volkswagen T-Roc, volvió a ser inspeccionado en busca de restos de ADN de la fallecida que puedan incriminarle.
Al día siguiente, Óscar S. acudió con una bolsa en la que portaba la ropa que llevaba el día de autos y en las últimas horas ha sido requerido por el Instituto Armado para que se traslade de la capital, donde vive habitualmente, hasta Traspinedo con las llaves de la casa familiar en la urbanización El Romeral a fin de realizar una inspección en dicho inmueble, según informaron a Europa Press fuentes del caso.
Son los nuevos movimientos de la Guardia Civil en busca de esclarecer la muerte de Esther López de la Rosa, de 35 años, entre los que también figuran la toma de declaración a distintos vecinos en los últimos días, sin que hayan trascendido más detalles.
Tras el hallazgo del cuerpo el 5 de febrero en una cuneta a las afueras de Traspinedo, en la carretera N-122, la autopsia reveló que Esther López había sufrido graves lesiones en la cadera, por lo que los investigadores trabajaban desde entonces con la hipótesis de que fue atropellada en esa zona.
La vecina de Traspinedo era buscada desde que sus padres presentaran denuncia el pasado día 17, después de que no diera señales de vida tras haber estado la noche de su desaparición viendo en un bar del pueblo el partido de la Supercopa entre el Barcelona y el Real Madrid y luego continuara la fiesta con unos amigos en casa de uno de ellos y más tarde en unas bodegas.
Esa era la versión que habían facilitado las dos personas con las que estuvo esa noche antes de que se le perdiera el rastro, dos vecinos de Traspinedo, Óscar y Carlos, que viajaron con ella en el coche del primero de regreso a casa y que, según relataron con algunas contradicciones, se detuvo ante el restaurante La Maña.
En el relato ofrecido, Carlos se apeó del vehículo para ir a su casa y luego Óscar y Esther discutieron porque ella quería seguir de fiesta y él la dejó en las inmediaciones, sin que se volviera a saber nada más de la mujer en los últimos veinticuatro días.
Las investigaciones desde entonces se centraron en ambos vecinos y también en un tercer investigado, Ramón G, pesquisas a las que la Guardia Civil, además de rastrear el municipio mediante batidas en las que habían participado cientos de voluntarios, sumó la toma de muestras de la vivienda del tercero y de los vehículos de éste y de Óscar, sin resultado positivo, junto con la investigación de los teléfonos de todos ellos y de la víctima.
El único de los investigados que había permanecido privado de libertad es Ramón G, cuya detención hubo de prorrogarse durante otras 72 horas aunque finalmente la titular del Juzgado de Instrucción número 5 le dejó en libertad provisional ante la falta de pruebas que atestiguaran su implicación en los hechos.