La cifra fijada en su conjunto es inferior a la establecida en 2021, que fue de 50 hectómetros cúbicos
La Comisión de Desembalse de la Cuenca del Duero mantuvo en la mañana del martes la habitual reunión para establecer la cantidad de agua acumulada que cada uno de los pantanos de la Cuenca deberá tener como mínimo el 30 de septiembre, es decir, a la conclusión de la campaña de riego 2022. Este año, la fijación de estos mínimos tiene una mayor importancia porque, como destaca la Confederación Hidrográfica del Duero, se trata de “una campaña incierta marcada por la sequía”.
De hecho, el sistema del Águeda es uno de los considerados en estos momentos en situación de “sequía prolongada”, producto de “un otoño seco y un invierno extremadamente seco”, con los valores pluviométricos más bajos en los meses de enero y febrero desde 1951 en el conjunto de la Cuenca. Al menos, las reservas existentes al final de la campaña anterior en el global de la Cuenca estaban por encima de la media de los últimos 25 años, lo que hace que la situación en estos momentos no sea tan crítica.
Siguiendo la propuesta realizada por la Junta de Explotación del sistema del Águeda de que el pantano tuviese el 30 de septiembre un mínimo de 10 hectómetros cúbicos de agua acumulada, y de que la presa de Irueña contase con un mínimo de 30 hectómetros cúbicos, la Comisión de Desembalse de la Cuenca del Duero estableció en la mañana del martes que entre los dos (sin especificar una cifra para cada uno) deberán contar con un mínimo de 40 hectómetros cúbicos al final de la campaña de riego.
Hay que apuntar que esta cifra de 40 hectómetros cúbicos es inferior a la establecida para 2021, cuando se determinó que el 30 de septiembre debía haber acumulados un mínimo de 50 hectómetros cúbicos: 13 en el pantano (hay que recordar que tiene capacidad para 22 hectómetros), y 37 en la presa de Irueña (que puede albergar hasta 110 hectómetros cúbicos de agua).
A día de hoy, tras las precipitaciones de las últimas semanas -que han provocado un ligero aumento-, el pantano del Águeda acumula 18,92 hectómetros cúbicos de agua (está al 86% de capacidad), mientras que Irueña –que el 21 de marzo contaba con 52 hectómetros- almacena 59,21 hectómetros cúbicos de agua (el 53,8% de su capacidad). Por lo tanto, entre los dos totalizan 78,13 hectómetros cúbicos de agua acumulada, el 59,19% de su capacidad, cuando la media de la Cuenca es de un 71%.
El año pasado por estas fechas, el pantano tenía 15,5 hectómetros de agua acumulada, e Irueña, 74,69 hectómetros, es decir, un total de 90,19 hectómetros entre ambos (el 68,32% de su capacidad). Durante la Comisión de Desembalse de la mañana del martes, la presidenta de la CHD, Cristina Danés, resaltó “la necesidad de trabajar conjuntamente para preservar un recurso valioso y escaso como es el agua a través de una gestión eficiente y realista”.