Encontrarse ante una situación de morosidad o impago nos obligará a ejecutar su correspondiente reclamo
Dentro del ámbito empresarial, es muy común que se produzcan situaciones de morosidad o que los deudores directamente evadan sus responsabilidades de pago. Justamente por eso, resulta fundamental para el empresario conocer los requerimientos para realizar la reclamación de la deuda de manera eficaz.
Todo empresario o emprendedor que se haya encontrado alguna vez frente a una situación de impago por parte de un cliente, sabe lo difícil que puede resultar cobrar una deuda. Sin embargo, como esta situación puede traer perjuicios económicos para la empresa, debe resolverse de la manera más eficaz y sin demora.
Si bien existen múltiples vías para realizar este reclamo —extrajudicial, judicial—, lo primero que debe hacer la empresa es reunir todos los documentos correspondientes a la deuda y buscar asesoramiento. En caso de poder hacerlo, lo más seguro es recurrir a un despacho de abogados que puede ejecutar el reclamo de manera integral.
El primer método suele ser el más rápido y efectivo, aunque no siempre se alcanza el resultado esperado. En esta instancia, las partes involucradas llegan a un acuerdo de manera directa, sin la intervención de un juez.
Por lo general, esta vía se produce mediante una negociación en la que la parte deudora presenta un esquema de pagos cuyas condiciones el acreedor debe aceptar. Justamente por eso, se recomienda intervención de un despacho con experiencia para mejorar las posibilidades de alcanzar un buen acuerdo durante la negociación.
Según el derecho español, el plazo de prescripción de una deuda es de cinco años. Sin embargo, esto puede variar en función de la naturaleza de la acción o las características propias de la relación entre las partes.
Por otro lado, existen relaciones de comercio y prestación de servicios que, por su propia naturaleza, disponen de plazos de vencimiento de deuda de menor duración. Es lo que ocurre cuando se trata de un proveedor de suministros periódicos u honorarios por la prestación de servicios profesionales.
En caso de que la vía extrajudicial no prospere, la alternativa final es la reclamación por vía judicial. Y si bien esta vía puede resultar favorable en la mayoría de los casos en los que la empresa presenta un reclamo legítimo, también representa un proceso engorroso que puede resultar costo y, finalmente, contraproducente.
De ser posible, es preferible evitar esta situación. En caso contrario, se procede con alguno de los siguientes procedimientos.
Encontrarse ante una situación de morosidad o impago nos obligará a ejecutar su correspondiente reclamo. En este sentido, elegir una vía para la reclamación de la deuda dependerá de la naturaleza de la relación entre las partes y tipo de transacción realizada.