El acto de veneración simbolizaba el final de las jornadas festivas para los jóvenes quintos del municipio
Los Quintos de Cantalpino se encomendaron a la Santa del pueblo, la beata Sor Eusebia Palomino, decorándola con las cintas que llevan los jóvenes en sus atuendos. La comitiva fiestera recorrió el centro del pueblo acompañados por la charanga local de los Tocacharros. Esta tarde de domingo, los Quintos ceden el testigo a los boteros, los Quintos del próximo año.
Fotos: Dionisio Pérez De Dios y Blanca Dueñas