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El Sábado de Carnaval brinda de nuevo imágenes multitudinarias en Ciudad Rodrigo
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CIUDAD RODRIGO | SÁBADO DE CARNAVAL

El Sábado de Carnaval brinda de nuevo imágenes multitudinarias en Ciudad Rodrigo

Actualizado 27/02/2022 06:37
David Rodriguez

Ciudad Rodrigo fue ‘invadida’ durante la jornada sabatina por cientos y cientos de jóvenes llegados de fuera

Continuando la línea iniciada en los últimos Carnavales celebrados (los de 2019 y 2020), Ciudad Rodrigo vivió a lo largo del Sábado de Carnaval posiblemente la jornada más multitudinaria del evento, algo propiciado por la ‘invasión’ de cientos y cientos de jóvenes llegados de fuera para pasar únicamente unas horas en Miróbriga, la mayoría de ellos en viajes organizados con una hora predeterminada de llegada y salida (otros optaron por la línea regular de autobús).

De este modo, a media mañana empezó a circular por el whatsapp de los mirobrigenses una imagen que anticipaba lo que estaba por venir en las horas siguientes: una espectacular cola de autobuses aparcados en el Campus Miguel de Unamuno de la Universidad de Salamanca, a los que se fueron montando infinidad de jóvenes, la gran mayoría disfrazados, para realizar una hora después su desembarco en Ciudad Rodrigo, principalmente desde última hora de la mañana sabatina.

La estancia de esos jóvenes en Miróbriga fue ciertamente diferente a años anteriores, para empezar por el hecho de que no hay carpa en el Paseo Fernando Arrabal, que solía ser uno de sus lugares favoritos, junto con los alrededores para hacer botellón. De hecho, este año esa zona estaba totalmente vacía a la hora de comer.

Sí que había jóvenes por ejemplo en el glacis de la subida al Registro, o en la Glorieta del Árbol Gordo, aunque hubo otros puntos destacados de concentración para hacer botellón, como el Parque de La Florida o la Plazuela del Buen Alcalde, sin olvidar los lugares que ya de por sí tenían un gran ambiente festivo, como la parte sur de la Plaza Mayor (con varias barras callejeras), un tramo de la calle Sánchez Arjona, o la calle Julián Sánchez, mucho más concurrida que en años anteriores.

Asimismo, tanto a la hora de comer, como después de finalizar los eventos taurinos de la tarde, la propia Plaza Mayor también se convirtió en un hervidero de jóvenes, en la arena y en los tablaos. Algunos de esos jóvenes foráneos pisaron asimismo la arena de la Plaza justo en los prolegómenos del Festival Taurino (iban con la esperanza de encontrar algún sitio, sin saber siquiera que son de pago).

Además de las volteretas que hizo uno de ellos para júbilo del público, esos jóvenes asistieron desde una posición privilegiada a todo el ritual previo al Festival, incluido las labores del nuevo alguacilillo del Carnaval, Sergio Elvira, quién había iniciado su trayecto a lomos de la yegua Morenita en las antiguas cocheras de la Rúa del Sol, de la mano de la Asociación de Amigos del Alguacilillo, que como es habitual todos los Sábados de Carnaval, reunió a numerosos amigos, así como al cirujano jefe del Carnaval, Enrique Crespo, a quién se le deseó que tenga poco trabajo.

Dentro del arranque de la comitiva en las antiguas cocheras de la Rúa del Sol, tomó la palabra la alguacililla de los últimos años, Patricia Zamarreño, quién le deseó suerte al nuevo alguacilillo. El trayecto hasta la Plaza Mayor tuvo alguna ‘novedad’, como que la salida fue seguida por más gente debido a la barra de bar que tiene allí el O.C., y que, ante las mesas para comer instaladas en la calle Gigantes, la comitiva se desvió hacia la recientemente nombrada calle Voluntariado de Cruz Roja para terminar de alcanzar la Iglesia de San Agustín, donde hicieron la habitual parada para pedirle protección al Santo.

De esos momentos solemnes también participaron los miembros e invitados de una peña situada justo enfrente de la Iglesia. Entre ellos estaban el Papa y una colección de Obispos (que han hecho incluso estampas), siendo una muestra de todos los disfraces que se pudieron ver a lo largo del Sábado de Carnaval en Ciudad Rodrigo pese a no haberse apuntado al Concurso de Disfraz Callejero.

Curiosamente, el hecho de que hubiera tantos jóvenes llegados de fuera a pasar únicamente unas horas, con salidas de vuelta escalonadas a Salamanca (e incluso a otras provincias) hizo que a partir de la 1 de la madrugada descendiera muy notablemente –respecto a horas anteriores- el volumen de gente en el centro histórico, donde sí quedaban los restos de todo lo que habían bebido. Al respecto, hay que recordar que se han colocado agentes de seguridad privada en las principales puertas de acceso a la muralla, que impiden acceder con vidrio (incluso botellines), pero eso no fue óbice para que múltiples rincones quedasen llenos de restos de basura.