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Pregón íntegro de Flori Ratero para las casetas de la Plazuela del Buen Alcalde
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CIUDAD RODRIGO | PRECARNAVAL CULTURAL

Pregón íntegro de Flori Ratero para las casetas de la Plazuela del Buen Alcalde

Actualizado 24/02/2022 22:01
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El pregón fue pronunciado a primera hora de la noche del Jueves de Casetas

Muy buenas noches a todos:

Excelentísimas Autoridades, Reina, damas, peñistas de esta respetable plaza, amigos todos, muchas gracias por venir. ¡Viva nuestro carnaval.

Nunca pensé que me encontraría en semejante trance, yo pregonera de las casetas de la Plaza del buen Alcalde. Me he soñado varias noches pensando en el embolado en qué me he metido y cómo saldré de esta plaza por la puerta grande o por la chica, pues bien vamos allá. Va por ustedes:

Nuestro carnaval ya no necesita pregonero, porque cada farinato vaya donde vaya va pregonándolo, presumiendo de él al igual que el forastero que después de haber vivido unos días inolvidables le queda tan buen recuerdo que lo pregonara allá por donde vaya, lo bien que me lo ha pasado en los carnavales de Ciudad Rodrigo. Eso son fiestas desde la mañana hasta la madrugada.

Desde muy pequeña mi padre en los días de carnaval nos subía al balcón de mi tío Ángel, que regentaba el bar del mismo nombre situado en la plaza Mayor; allí junto con mis primos abrigados con una manta en el balcón, esperábamos pacientemente para ver el encierro, entretenidos con el bullicio de los que deambulaban en la plaza a la espera de ver entrar los toros acompañados de caballistas, encerradores y corredores, que eran premiados con un fuerte aplauso. Durante esa espera al ver algún conocido le preguntábamos para que nos dijera por dónde venían los toros. Dado que el reloj suelto toca de vez en cuando pero pausadamente, siendo señal de que aún están lejos, la contestación casi siempre era la misma por la huerta el Piejo o por la Caridad, pero cuando se aceleraban los toques ya sabíamos que estaban dentro de agujas, la entrada en la plaza estaba cerca, YA ESTAN AQUÍ, entrando los primeros corredores sin mucha prisa, pero de pronto el flujo de estos aumenta, dispersándose hacia los lados para subir a esas barreras apresuradamente, tras la persecución de ese encierro de toros hermanados a sus cabestros; ya en toriles, viene el merecido descanso para toros, caballistas y corredores.

La plaza es un hervidero donde se comentan los momentos de aprietos, las anécdotas; comienza la popular capea a la que asistirán, corredores y numerosos Maletillas con las ansias de poder dar unos muletazos, que siempre eran premiados a la hora de pasar el guante: Terminado el desencierro, una vuelta por las casetas para salir corriendo para casa a comer deprisita, que hay que subir a los toros muy prontito ya que tenemos que dar una vuelta de reconocimiento por debajo de los tablados en busca de alguna rendija para poder ver la corrida con un buen campo de visión, que este se interrumpía cuando se ponía alguien delante teniendo que gritarle “ OIGA SEÑOR HAGASE PARA UN LADO QUE NO VEMOS “. Recuerdo aquel sonido estrepitoso provocado por el personal de las capeas al subirse apresuradamente a la barrera, que te hacia retirar la vista de la rendija, ya que la arena del albero junto a las zapatillas te podía provocar la correspondiente ceguera; la tarde la rematábamos con el desencierro y la despedida hasta el día siguiente de aquellas atracciones que más nos atraían como los coches eléctricos llamados popularmente chocones.

Tengo que deciros que en aquella época abríamos la hucha la que contenía un dinerito el cual lo repartíamos para cada día, que cuando éste se terminaba pasábamos el tiempo en los chocones que no faltaba algún conocido que paraba el coche a tus pies invitándote a subir y porrazo viene y porrazo va que alguno de ellos tenían su mala leche. La tarde se está agotando marcando el reloj la hora de emprender la marcha hacia casa al barrio del puente donde mi padre regentaba el Bar Pedro, nombre que le puso por ser el suyo, aquellas tardes ya oscurecido según cruzábamos el puente de nuestro rio Águeda le solíamos cantar.

Somos del Puente no lo negamos

Traemos agua hasta los pies

Si el rio crece lo toreamos

Y nunca nos podrá coger.

Hay de mi arrabal, llamado jocosamente también Venecia la Chica a orillas del Águeda, de tus aguas hemos calmado la sed, disfrutando bañándonos, de tu frescor en las noches calurosas de verano, en los inviernos te hemos velado muchas noches, junto con nuestro Puente Romano, por tu egoísmo de querer ocupar nuestras casas, que a veces conseguías, para nuestro disgusto, quien te conoció y quien te ve, tenías de todo Herreros, Horno de pan y duces, fábrica de piensos, de pellejos y botas de vino, puerto de pescadores, Recuperador de chatarra y pieles, reparador de zapatos, constructor, comercios, estanco, carniceros, bares, fabricante de carruajes, artesano de cestería, mercado de ganado en los días de feria, matadero municipal, escuela-colegio, iglesia de Santa Marina cobijo de nuestra Patrona Virgen del Rosario, y por supuesto nuestra borriquilla a la que subimos en procesión por Semana Santa a la ciudad.

Guardo un gran recuerdo de mi primera participación en el desfile de carrozas junto a la peña La Ilusión integrada por Carlos Cardona, Paulino Lerma, Arturo Vasconcellos, Alipio Carlos Martín, Tato Galerías, Antonio Cantarinas, Arturo Regalado y Sertorio González, compusieron una carroza alusiva a los grandes defensores de nuestra ciudad junto con fiel copia de las cuatro columnas monumento que está situado en la plaza de Herrasti, junto con un cañón y bien caracterizados de General Herrasti, D. Julián Sánchez el Charro, El ciego Sabino junto con su perrita guía, representado por Sr. Ángel Cardoso, curiosamente os diré que fue vendedor de la Once debido a la ceguera que soporto en su vida, no podía faltar nuestra heroína Lorenza Iglesias, a la cual representé en dicha carroza, que fue galardonada con el primer premio.

Los Carnavales de Imterpeñas capitaneadas por Ceferino Santos, tuvieron continuidad mejorando en muchos de sus aspectos, en seguridad con las agujas, volvimos a ver toros/toros, almuerzo en el registro con chorizo, panceta y vino para todos, financiados por la rifa en el verano de un coche, y los beneficios de aquella inolvidable verbena en el mes de agosto en esta plaza con barra libre.

Qué recuerdos añorados de aquellas charangas a las que acompañábamos danzando, los bailes del Porvenir, los de las cocheras del Sr. Alipio para más tarde los de Amayuelas amenizados por grandes y afamados conjuntos.

He disfrutado del carnaval haciendo disfraces como luciéndolos. Recuerdo aquel disfraz de aldeana junto con mi marido disfrazado de Paco Martínez Soria, pasando al de Carmen Tello junto con mi Curro Romero, eso sí con mucha guasa y el ramito de romero en mano toda la noche.

Peñas de esta plaza que estáis haciendo marca propia con vuestra generosidad demostrada con esos almuerzos multitudinarios, con esa obra de caridad dando de beber al sediento después de los desencierros, seguid así. Este año será con las normas que nos han impuesto, menos mal que dentro de ellas no nos han impuesto “EL PEDIR CITA” para entrar en esta plaza, a saborear esas patatas meneas o ese farinato acompañado de dos huevos fritos con un buen vino, que nos calienta la boca, a la que tenemos que refrescar y nos ayudara a olvidar las penas del enemigo, ese llamado covid con el guarismo 19 más pesado que la bruja del tren del carnaval.

Plaza del Buen Alcalde, has disfrutado de ser Centro Comercial los martes, de los días de feria, pregonera de multitud de actos, testigo de los festivales de la Canción del Águeda, de nuestra Charrada, parque de recreo infantil, de paseo en los días de lluvia, emplazamiento de atracciones de nuestro carnaval, de exposiciones, lugar de encuentro de jóvenes parejas eso si con cita previa.

Para terminar no quiero irme sin recordar a D Pedro Martínez “PEDRES “, albaceteño de nacimiento, muy querido por esta ciudad, en la que fijo por un tiempo su residencia en el Campo de Carniceros junto a la puerta de Santiago, por ese afecto que le tuvo a esta ciudad desinteresadamente toreando aquellos festivales el sábado de carnaval junto con su compañero Jumillano a beneficio del Hospital y Hogar de Ancianos, prestándonos la Plaza de toros de Santa Cruz en muchas ocasiones y siempre en beneficio de esta ciudad Descanse En Paz.

VIVA LAS PEÑAS DE ESTA PLAZA

VIVA NUESTRO CARNAVAL

VIVA CIUDAD RODRIGO