La tasa de criminalidad en la provincia se sitúa más de diez puntos por debajo de la media nacional, mientras crece el número de agentes por cada mil habitantes
Salamanca registró durante 2021 un total de 9.677 infracciones penales, lo que supone un incremento del 13,6% con respecto al año anterior. No obstante, a la hora de valorar este aumento de la criminalidad hay que tener en cuenta las condiciones especiales ocasionadas por la pandemia generada por la Covid-19, que propició en 2020 un acusado descenso de los delitos penales. De hecho, si lo comparamos con 2019, las cifras constatan un ligero descenso del 1,1% entre el año anterior a la pandemia y 2021 (se ha pasado de las 9.788 infracciones penales de 2019 pasa a 9.677 en 2021).
Además de las agresiones sexuales (con 78 en el último año en Salamanca), uno de los delitos que más ha aumentado en 2021 son los hurtos, contabilizándose 2.303, con un incremento del 26,1% con respecto a 2020. Los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones aumentan un 23,3%, hasta los 407. Asimismo, en los primeros nueve meses del año se produjeron 60 sustracciones de vehículos (un 22% más). Por su parte, los delitos por lesiones y riñas tumultuarias han aumentado un 25% en 2021.
No obstante, hay que reseñar que el Balance de criminalidad de la Secretaría de Estado de Seguridad revela que la tasa de criminalidad en la provincia de Salamanca se sitúa más de diez puntos por debajo de la media nacional, mientras crece el número de agentes por cada mil habitantes, así como el porcentaje de esclarecimiento de infracciones penales esclarecidas.
Aunque la tasa crece con respecto a 2020 -pasando del 26,1 al 29,6- hay que tener en cuenta la situación propiciada por la pandemia, y además esta cifra se sitúa muy lejos de la media nacional, que se coloca en el 41,3, más de 11 puntos por debajo.
El número de agentes policiales disponibles alcanza los 1.134, lo que supone un incremento de un 1,5%, lo que da continuidad a la tendencia de los últimos años de aumento de efectivos, tal y como subraya la Delegación del Gobierno en Castilla y León.
Castilla y León registró un descenso de la criminalidad el año pasado, siete décimas por debajo del dato de 2019 y diez puntos por debajo de la media española, mientras crece el número de agentes de Policía Nacional y Guardia Civil, así como el porcentaje de esclarecimiento de delitos.
La comunidad registró a finales de 2021 una tasa de criminalidad de 31,1 delitos por cada mil habitantes, por tanto, descendió 7 décimas con respecto a la tasa de 2019, año de referencia antes de la pandemia, cuando se situaba en el 31,8.
Esto vuelve a situar a la comunidad como la cuarta más segura de España, tras Extremadura, Asturias y La Rioja, a pesar de su extensión y dispersión de la población, lo que implica que la tarea de prevenir los delitos es mucho más compleja. El dato de la Comunidad se encuentra diez puntos por debajo de la media española, que es del 41,3, si bien España es uno de los países más seguros de Europa.
De igual forma, el porcentaje de infracciones penales esclarecidas en Castilla y León alcanza en 2021 el 40,1%, frente al 38,5% de 2019, es decir, que Policía y Guardia Civil son cada vez más eficientes, de modo que los delitos son menos, y el nivel de esclarecimiento es mayor.